La localidad de Quinindé, en la zona central de Esmeraldas, ha experimentado fuertes precipitaciones los últimos días. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Un cambio en la dirección de los vientos, que en principio bloqueaba la humedad generada en la cuenca Amazónica, permite desde el pasado 11 de octubre la presencia de precipitaciones en las regiones Oriental, Interandina e incluso en sectores del Litoral.
Según especialistas, los patrones indican que en la Sierra, las lluvias se presentan desde fines de septiembre. El pasado 13 de octubre, antes del partido Ecuador-Bolivia, un inesperado aguacero torrencial cayó sobre Quito y sus alrededores.
Para Carlos Naranjo, director ejecutivo del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), una anomalía climática determinó que lloviera hacia mediados de septiembre. Y desde allí se acentuó una época seca, que se extendió los primeros 10 días de este mes.
Esta sequía -dijo- fue ocasionada por un comportamiento anómalo de los vientos en altura, que bloqueaban la humedad que se produce en la cuenca Amazónica y en el sur y sureste de Colombia. “Cuando este viento cambió, a partir del 11 octubre, tuvimos la irrupción fuerte de humedad a niveles medios (6 000 metros) y altos (12 000 metros)”.
En varios sectores de la Costa (Guayas, El Oro, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas) se han reportado precipitaciones, en su mayoría ligeras lloviznas. Son ocasionadas por la unión del calor en el Litoral con esa humedad que ingresa con fuerza.
En Esmeraldas, las lluvias son más frecuentes en Quinindé, zona central. Ahí se registran aguaceros moderados hasta tres veces por semana. Ese fenómeno se repite desde septiembre, pero los técnicos de la Unidad de Riesgos del Municipio dicen que son normales por estas fechas.
En cambio, en la ciudad de Esmeraldas octubre ha sido un mes en donde se registran lloviznas las madrugadas o pasadas las 22:00. Por estos días se nota una variación de clima de soleado a nublado; caso similar ocurre en dos cantones del norte: San Lorenzo y Eloy Alfaro.
El panorama es parecido al de Guayaquil y de varios cantones de Guayas, Los Ríos y El Oro.
Las madrugadas del pasado miércoles y jueves, cayó una ligera llovizna sobre Guayaquil, esto llamó mucho la atención.
Los reportes del Instituto Oceanográfico de la Armada (ver cuadro) indican que en octubre, en el Puerto Principal, se acumulan 4,8 mm de lluvias.
Naranjo lo califica de ‘normal’ y explica que en el Litoral, en esta época seca siempre habrá presencia de lluvias. “Nunca van a ser cero las lluvias”.
En tanto, en Manabí aún no se han registrado precipitaciones. Hay indicios de pequeñas garúas en zonas montañosas de Santa Ana, Pichincha, Chone, Bolívar, Jama, Pedernales e incluso en el bosque húmedo de Pacoche, sureste de Manta.
A pesar de que no se han presentado lluvias, lo que se siente en la provincia es una situación atípica. Por las mañanas se registran temperaturas que llegan a los 35 grados y por las noches bajan hasta los 20 grados.
En un recorrido por Manabí, la secretaria de Gestión de Riesgos, Pilar Cornejo, comentó que las lluvias se presentarían desde fines de año.
Los especialistas descartan que estas precipitaciones tengan relación con el fenómeno de El Niño. Según Augusto Cazorla, meteorólogo del Inamhi en Guayas, estas lluvias están dentro de los valores normales.
“Para hablar de los efectos de un Niño tenemos que ver el aspecto oceánico y el atmosférico. En el Pacífico Oriental solo está presente el componente oceánico y únicamente cuando este se acopla con la atmósfera se generan las lluvias. Las mayores probabilidades de que esto suceda podrían ser en diciembre, es decir se juntaría con el comienzo de la época lluviosa en el Litoral”, explicó.
Dolores Villegas, directora de la Unidad de Riesgos del Municipio de Quinindé, explicó que las lluvias no están asociadas con El Niño, pues siempre llueve en esta época. Sin embargo, los planes de contingencia ya están listos.