Salinas, el principal balneario de la Costa ecuatoriana, es el epicentro turístico de la provincia de Santa Elena que registra alrededor de 12 000 plazas formales de alojamiento hotelero. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
La promoción que realizan los entes turísticos oficiales, gremiales y privados de Santa Elena tiene un objetivo primordial: repetir al menos los cerca de 500 000 visitantes que tuvo la Península en el Carnaval del 2014.
Los cabildos de Salinas, Santa Elena y La Libertad, así como hoteleros y empresarios han preparado una gama de eventos y programas para atraer al turismo nacional y extranjero.
Así, el portal de la ruta del sol sugiere sitios de interés, eventos y actividades al aire libre a fin que el visitante pueda armar su propia agenda. Existen por lo menos 17 playas donde se puede disfrutar mucho más que sol, playa y arena. Hay segmentos como sol y playa (13 opciones), naturaleza (21), cultura y patrimonio (17), turismo artesanal (11), gastronomía (15), deporte (8)…
Y al Carnaval, en esta ocasión por coincidencia, se sumará San Valentín. Por ello hay hoteles que incluyen en su propuesta esta celebración. Farallón Dillon, en Ballenita, por ejemplo, tiene toda una temática relacionada con el romance con decoración de flores, baladas en inglés y español, postres con frutas de la pasión; o como el Puerta del Mar, nuevo hotel en La Libertad que presentará un show salsero romántico.
La hotelería es uno de los sectores que ha marcado una recuperación en los últimos años. Se calculan 12 000 plazas formales de alojamiento, que existe en toda la península y que se prevé que estarán totalmente copadas para el feriado.
Así como gran parte de los hoteles ha invertido en mejorar y modernizar sus instalaciones, Santa Elena cuenta con nueva hotelería.
Según reportes del Ministerio de Turismo, hay alojamientos que entraron a funcionar los dos últimos años en Salinas como el Milton Inn, Península Beach, Greenfield Beach, Marvento II, Galería Beach o el Caridi, con una inversión cercana a los de USD 1,3 millones.
El empresario hotelero Douglas Dillon, coordinador de la Ruta del Sol, explica que en los últimos tiempos se ha reactivado la inversión en la hotelería de la provincia. E incluso se han reabierto o se han potenciado hoteles como el Calipso, que con nueva administración se llama Bleu; el Baja Montañita en ese balneario del norte y el tradicional Punta Carnero. “La hotelería pasó por una etapa de crisis, pero los hoteles que cerraron sus operaciones han sido reabiertos con nuevos dueños.
En la provincia los hoteles se manejan por segmentos. Por ejemplo, en Farallón Dillon le apostamos al público mayor o a quienes manejan el tema patrimonial; en Montañita está el que gusta de la farándula, la aventura y el deporte; en Salinas el turismo de descanso, relax”, acota.
Pero también existen playas intermedias en donde la gente opta por el descanso familiar por su ambiente tranquilo. Una de ellas es Ayangue, en el km 39 de la Ruta del Spondylus. Al Complejo Turístico & Resort Cumbres de Ayangue, ubicado en un peñón de 28 metros de altura, se suma una nueva propuesta familiar.
A mediados del 2014 abrió sus puertas Kanagua Hotel con 30 habitaciones y una inversión, mediante un crédito de la Corporación Financiera Nacional (CFN), de USD 2 millones.
“Kanagua significa Diosa de la abundancia del agua. Nuestra empresa propone para toda la Ruta del Spondylus un sitio cómodo, de abundancia en comodidad y confort frente a las turquesas aguas de Ayangue. Tenía viviendo cinco años aquí y percibí la necesidad de que Ayangue debía tener un hotel. En esta zona no hay inversión hotelera”, comentó su propietaria, la azuaya Ivone Quevedo.
En Montañita, más al norte, en cambio, se manejan alojamientos pequeños (hostales) con materiales mixtos que combinan cemento con madera y caña. “Al turista que viene le gusta lo rústico”, dice Luis Céspedes, quien labora en una hostería de la localidad.
A 100 metros de la salida hacia Olón, sobre una loma, está Punta Hills Montañita. David Gamboa, su propietario, dice que busca dar una visión de que Montañita no solo es fiesta. “Queremos proyectar un sitio relajado, familiar”.
Pero el epicentro del turismo peninsular es Salinas. Su alcalde Daniel Cisneros expresa que muchas inversiones ya no están apuntando a una nueva hotelería sino más bien al segmento habitacional.
“Hay inversiones de grupos de quiteños, cuencanos y guayaquileños, cuyo objetivo son los jubilados extranjeros. Salinas es la segunda ciudad del país con más jubilados del exterior, con unos 1 200 aproximadamente”, indicó Cisneros.