En el hospital Eugenio Espejo se prepararon 117 camas de hospitalización para atender a las víctimas del terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter, que sacudió la costa de Ecuador el 16 de abril pasado.
Hasta el medio día de este 19 de abril del 2016, ese centro de salud público que recibió a 14 heridos de Portoviejo y Manta (provincia de Manabí).
“Dos fueron dados de alta porque su condición es buena y uno de ellos fue transferido al IESS. La mayoría de pacientes tienen golpes. Al momento, los otros 11 son atendidos y evaluados”, manifestó Lenín Mantilla, gerente del hospital Eugenio Espejo.
Los heridos comenzaron a llegar desde el domingo y uno se encuentra en la unidad de cuidados intensivos debido a que tiene una herida en la cabeza (cerebro vascular) y está inconsciente; su pronóstico es incierto. El resto de pacientes se encuentra estable, con golpes y fracturas de extremidades. Los familiares de los pacientes viajaron con ellos y actualmente ocupan albergues.
Mantilla explicó que, pese a la emergencia, el hospital Eugenio Espejo atiende normalmente a sus usuarios en la capital. “Solo estamos restringiendo las cirugías programadas. Se trata de pacientes estables que pueden esperar y, obviamente, se ha priorizado. Es la única decisión que tomamos”.
Precisó que en ese centro de salud también se dispuso, por la emergencia, la implementación de cuatro camas en cuidados intensivos y 38 camillas en emergencia. Añadió que esas cantidades son variables debido a que el ingreso y salida de pacientes varía por la emergencia.