El Hospital de Owdai, en la provincia siria de Idleb (noroeste) ha dejado de funcionar tras sufrir daños por dos bombardeos, ayer, lunes 29 de enero del 2018, que causaron la muerte de cinco personas, entre ellas un menor, y seis heridos, denunció hoy la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que apoyaba este centro sanitario.
En un comunicado, la organización explicó que el hospital, situado en la localidad de Saraqueb, sufrió dos ataques aéreos sobre las 10:20 hora local (08:20 hora GMT), que destruyeron parcialmente el edificio, según les contó el director del centro, que contactó con MSF.
Otros trabajadores del hospital afirmaron que uno de los bombardeos golpeó la sala de espera, mientras que el segundo destruyó una ambulancia aparcada delante del inmueble, destacó la nota.
MSF subrayó que este ataque se produjo cuando el hospital recibía a los heridos de un bombardeo previo contra el mercado de Saraqueb, donde once personas perdieron la vida.
“Este último incidente demuestra la brutalidad con la que la atención sanitaria esta siendo atacada en Siria“, expresó en el texto el jefe de la misión de MSF en el norte de Siria, Luis Montiel.
El responsable de MSF consideró, además, que “el hecho de que (el bombardeo) fuera contra una instalación que estaba tratando a pacientes que estaban siendo ingresados es particularmente indignante y una clara violación de la ley internacional humanitaria”.
Tras este suceso, el Hospital Owdai ha cerrado sus puertas indefinidamente.
No es la primera vez que el centro es blanco de un ataque aéreo, ya que el 21 de enero una explosión originada por un bombardeo delante de su entrada dañó sus generadores eléctricos y rompió sus ventanas, con lo que no estuvo operativo durante tres días.
Montiel alertó de que “la pérdida del Hospital Owdai tendrá un impacto significativo en gente que ya estaba en apuros”.
Según MSF, ese hospital, que disponía de dieciocho camas, era el único centro público del distrito de Saraqueb, en el este de Idleb, y ofrecía atención sanitaria a 50 000 personas.
El comunicado indicó que su cierre se produce en un momento en el que las necesidades sanitarias en la zona están a punto de aumentar debido al desplazamiento masivo de personas que huyen de la violencia en el este de Idleb y el noreste de Hama.
Decenas de miles de familias han escapado hacia el norte en dirección a la frontera con Turquía y a áreas del norte de Idleb y el oeste de la vecina provincia de Alepo, y ahora viven en tiendas de campaña abarrotadas de personas y en refugios temporales en medio del invierno, denunció MSF.
El Hospital Owdai recibía donaciones de medicinas y suministros para la sección de urgencias por parte de la ONG.