Honduras y Ecuador defienden en la ONU candidaturas a presidir Asamblea

Tanto Espinosa como Flores se sometieron durante más de dos horas al examen de los Estados miembros de cara a las elecciones que tendrán lugar el 5 de junio. Fotos: Twitter María Fernanda Espinosa y Twitter Misión de Bielorusia

Tanto Espinosa como Flores se sometieron durante más de dos horas al examen de los Estados miembros de cara a las elecciones que tendrán lugar el 5 de junio. Fotos: Twitter María Fernanda Espinosa y Twitter Misión de Bielorusia

Tanto Espinosa como Flores se sometieron durante más de dos horas al examen de los Estados miembros de cara a las elecciones que tendrán lugar el 5 de junio. Fotos: Twitter María Fernanda Espinosa y Twitter Misión de Bielorusia en ONU 

La embajadora Mary Flores (Honduras) y la canciller María Fernanda Espinosa (Ecuador) defendieron este viernes, 4 de mayo del 2018, en la ONU sus respectivas candidaturas a presidir la Asamblea General. La competición ha generado diferencias diplomáticas entre Quito y Tegucigalpa y que divide a América Latina.

Tanto Flores como Espinosa se sometieron durante más de dos horas al examen de los Estados miembros de cara a las elecciones que tendrán lugar el 5 de junio.

La presidencia de la Asamblea General corresponde cada año, por turno, a una región determinada y en esta ocasión recae -a partir del próximo septiembre- en América Latina y el Caribe.

A diferencia de otras ocasiones, América Latina llega dividida a estas elecciones y sin una propuesta de consenso.

Honduras, que llevaba años preparando su candidatura, se enfrentará en los comicios a Ecuador, que se presentó en febrero como alternativa.

La decisión ecuatoriana abrió una diferencia diplomática y llevó a Honduras a expresar su "malestar y sorpresa", pues Tegucigalpa defiende que Quito se había comprometido en 2015 a respaldar sus aspiraciones.

Hoy, en su presentación ante los Estados miembros, Flores insistió en la necesidad de que se respeten este tipo de pactos y de que las naciones más grandes no impongan su voluntad sobre las pequeñas.

"Si en diplomacia se rompen los hilos cohesivos de lo acordado, ya sea bilateral o multilateralmente, qué esperanza queda para el considerable número de países menos favorecidos del mundo de que sus derechos no serán pisoteados", se preguntó.

La embajadora hondureña, además, dijo que "ninguna nación debería presumir que tiene más derechos como para ocupar el mismo puesto más de una vez, mientras otros países que no han tenido una oportunidad igual quedan relegados a una lista de espera indefinida".

Honduras nunca ha disfrutado de la presidencia de la Asamblea General de la ONU, mientras que Ecuador sí ocupó el cargo, entre 1973 y 1974.

De salir elegida Espinosa, el país sería el primero en repetir al frente de este órgano, fuera de sesiones especiales.

La Canciller, en declaraciones a los periodistas, defendió que su candidatura era necesaria ante la falta de acuerdo entre los países de América Latina y el Caribe para apoyar la de Honduras.

"Si una región por un año no se pone de acuerdo en endosar a una candidatura, el mundo entero está esperando y necesita una alternativa", dijo.
Espinosa consideró además que la polémica sobre el supuesto acuerdo entre los dos países es algo "superado".

"No lo hay y de hecho nunca hubo un papel escrito donde se mostrara que el Ecuador aceptó un intercambio que nunca aceptó", insistió.

La elección ahondará a priori en la división en América Latina, pues países como Venezuela ya han adelantado públicamente su intención de votar por Espinosa, mientras que otros como Brasil y Colombia han dicho que apoyarán a Flores.

Preguntada por esa fractura, la titular ecuatoriana de Exteriores defendió que todos los grupos regionales pasan en ocasiones por "dificultades" y recordó que, en el caso de América Latina y el Caribe, ya se han dado a la hora de tomar otras decisiones.

En todo caso, opinó que son "problemas pasajeros" y que "hay muchos más temas que nos juntan que los que nos separan".

En su presentación, Espinosa prometió que si es elegida escuchará a todos los países y apostará por una presidencia "de puertas abiertas".

"Mi papel será animar al diálogo y facilitar la construcción de consensos, escuchando a todos", recalcó.

Entre otros asuntos, señaló su interés por la reforma de Naciones Unidas, el Pactó Global sobre Migración que está negociándose actualmente, la cuestión del trabajo decente o la protección de los derechos de las personas con discapacidad.

Flores, por su parte, dijo que su prioridad número uno serán los niños y su papel central en la estrategia de desarrollo de Naciones Unidas.

"Nuestra agenda se centra en la cultura de paz y abraza la diversidad, el patrimonio y la conectividad en el siglo XXI", añadió.

Gane quien gane, la Asamblea General tendrá a partir de septiembre a su primera presidenta latinoamericana y a la cuarta mujer en situarse a su frente.

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