Enrique Ayala Mora compartió con Osvaldo Hurtado, Alberto Dahik, Guillermo Rodríguez Lara, Julio César Trujillo, etc. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Caras conocidas. Algunas que preferirían no compartir espacios para que sus banderas e ideologías no hicieran cortocircuito. Pero que coincidieron, en lo que, recalcaban, era un acto académico.
La sociedad política quiteña se encontró en el homenaje a Enrique Ayala Mora, la noche del jueves 18 de febrero. Un evento preparado porque deja el Rectorado de la Universidad Andina Simón Bolívar, que dirigió desde 1992.
Un total de 860 sillas fueron ocupadas por asistentes, que llevaron trajes oscuros. Y por lo menos 200 más que se acomodaron de pie, en cada espacio disponible del salón 4, del Centro de Convenciones Eugenio Espejo, en la Sodiro, centro norte de Quito.
En las primeras filas, sin discriminar entre izquierda, derecha o centro, se ubicaron líderes de organizaciones políticas, sindicales, de mujeres; exautoridades, artistas, escritores, gente que opina y crea, en diferentes ámbitos.
El intelectual Marco Antonio Rodríguez, expresidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, impulsó la búsqueda de adhesiones para homenajear por su trayectoria a su amigo, el socialista Ayala Mora. Reunió más de 1 000.
No se trataba de una invitación para presentar una pre candidatura, no era un ‘meeting’. Ni él ni Germán Rodas, tampoco el joven expresidente de la Fenocin, Luis Andrango, ambos socialistas, lo veían como una oportunidad para hablar de política.
Pero en primera fila estuvieron el exmandatario Guillermo Rodríguez Lara, ‘Bombita’; Alberto Dahik, quien fuera el binomio de Sixto Durán Ballén; la expresidenta Rosalía Arteaga; el expresidente Osvaldo Hurtado. La mayoría, a su momento ha recibido calificativos del Mandatario.
Detrás de ellos se observó a Wilma Andrade, quien tiene la misión de reinscribir a la Izquierda Democrática. También a Julio César Trujillo, reconocido jurista y político; Mesías Tatamuez, dirigente de los trabajadores…
No juntos, pero en el mismo lugar estuvieron Frank Vargas Pazzos, protagonista del ‘Taurazo’, cuando fue tomado como rehén el expresidente León Febres Cordero, y quien fue su binomio, Blasco Peñaherrera. No faltaron representantes Unidad Popular, (ex MPD) Ciro Guzmán, Giovanni Atarihuana y Natasha Rojas, ella se sentó en otro grupo, con Lourdes Tibán, legisladora de Pachakutik.
Quizá por eso, la broma que circulaba en el lugar fue que se trataba de un “encuentro del ‘anticorreísmo’”.
Después de todo, en el ‘homenaje’ estuvieron el exasambleísta constituyente, Alberto Acosta, y Juan Cuvi, de Montecristi Vive. También, los hermanos Marcelo y Gustavo Larrea, el último creador de Alianza País, movimiento de gobierno. Ambos ya a kilómetros del oficialismo.
Nadie habló en contra del régimen directamente. Pero en los discursos del extitular de lo que fue el Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup), Gustavo Vega Delgado, se habló de lo que para él era un evidente “ataque a la autonomía universitaria y del autoritarismo del Gobierno”.
Cuvi lo admitió. Más allá del aire académico de la reunión, fue un acto político. Claro que fueron para saludar a Ayala Mora, pero más que nada acudieron para solidarizarse por el intento gubernamental de decidir dirigirá la Andina.
A Vega lo reemplazó René Ramírez, con el nuevo organismo a cargo de las universidades (Senescyt), que sepultó al Conesup. Así que criticó que él, como rector de rectores, no exhibiera un título de PhD, como ha exigido. “Se anetemiza a los rectores, salvo a los que gerencian vía Skype”. Enseguida Tibán gritó “como en Yachay” y hubo carcajadas.
Exrectores como Alfonso Espinosa, quien dirigió la Politécnica Nacional, lo aplaudieron. También, lo escucharon Gloria Sabando, Alejandra Cantos, Pablo Dávalos, Simón Espinosa, Gustavo Malo, Luis Verdesoto, Santiago Nieto, Oswaldo Viteri…
Se excusaron varios, entre ellos León Roldós, Gustavo Noboa, Alfredo Palacio y Francisco Huerta Montalvo. Todos expresaron su saludo y respeto a Ayala a través de cartas.