Un hombre y su nariz

Sea rumor o verdad, circula desde los 90 que Michael Jackson usaba una prótesis en lugar de nariz.

¿Por qué tanto rollo con la nariz? ¿Quería evitar Michael Jackson que le pasara lo que a Pinocho? ¿Se sentía como ese perpetuo niño, un día pedazo de madera parlante, después marioneta, después niño, después incapaz de crecer y por esto mentiroso?

¿O se arreglaba las narices por huir de una raza? ¿Quería una nariz ‘aria’? ¿Quería la de Farrah Fawcett?
 
¿Por qué se ‘arreglan’ las narices los iraníes? El documental Irán, capital mundial de la rinoplastia, muestra una pasión colectiva por cambiarse de narices.

En la película, hasta un maniquí aparece con la nariz cubierta de gasas y cintas. ¿Las rinoplastias iraníes son producto de un régimen represivo? ¿O  son muestra de libertad de expresión? ¿O son fobia antisemita? ¿Huyen de parecerse al de Quevedo: “Érase una nariz superlativa,/ érase una nariz sayón y escriba /érase un peje espada muy barbado. / Era un reloj de sol mal encarado,/ érase una alquitara pensativa”?

Muchos, no solo en Irán, quieren tener la nariz de otro. ¿Cómo se llama el síndrome de envidia de nariz?

¿Quién se ensañaba contra las narices de las estatuas? ¿Es verdad que Antonio, que amó a Cleopatra, era coleccionista de narices? ¿O no fue nadie, sino el tiempo el que se ensañó contra la parte más frágil de las representaciones humanas?

¿De verdad son frágiles? ¿Para los varones son, como la corbata, un símbolo fálico? ¿Por esto la estrella pop quería menos? ¿Las rinoplastias hablan de una época desfálica o fóbica del falo?

Se dan de narices. En el caso de Jackson, ganó el agujero.

¿Y las narices de Michael Jackson se las rateó alguien, pensando venderlas en una fortuna, o se le cayeron por error?

La nariz prensil del elefante, enorme (para Quevedo su narigón “érase un elefante boca arriba”), está asociada con la memoria. ¿Es, también, la nariz humana, un símbolo de la memoria, mientras más grande más recuerdos y la gente se la mocha para olvidar?

Los narigudos no solo tienen mala fama, también gozan de algo  positivo: “era Ovidio Nasón más narizado. / Érase un espolón de una galera,/ érase una pirámide de Egipto”.

A mí, que no creo en las metáforas, no me molestaría tener más nariz, pero me dejaría muy inquieta requerir prótesis. 

Si rascarse la nariz y sacarse los mocos es mala educación. ¿Lo elegante es cortarse la nariz?

¿Es la nariz, como reza la leyenda, el centro axial del triángulo de la muerte, y los que se quitan la nariz están buscando un camino rápido a la eternidad? ¿Una eternidad sin memoria?

En todo caso, ¿tenía o no tenía nariz Michael Jackson?

El Universal, México, GDA

Suplementos digitales