A las 18:15 se suspendió la audiencia contra Victor M. por el asesinato de Mirka Castro que tuvo lugar el 11 de mayo del 2006. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Nueve años después del asesinato de Mirka Castro, una mujer que fue hallada dentro de una maleta con 17 puñaladas en su cuerpo al norte de Quito, se inició finalmente el juzgamiento.
El Tribunal Segundo de Garantías Penales inició la tarde de este jueves, 3 de septiembre del 2015, la audiencia de juzgamiento en contra de Victor M., presunto autor intelectual del homicidio.
En la diligencia que se inició a las 15:30, el fiscal Darwin Jaramillo recordó a los jueces los hechos que sucedieron la mañana del 11 de mayo del 2006, fecha en la cual Mirka Castro fue golpeada y apuñalada mientras su casa estaba siendo asaltada por cuatro personas, en complicidad con Laura V,., empleada de la familia. Ella ya fue sentenciada a 25 años de cárcel por el delito de asesinato, dos años después del homicidio.
Otro de los implicados también paga una pena por ese mismo hecho. Sin embargo, Victor M., quien estuvo prófugo hasta mayo pasado, fue detenido y trasladado al centro de rehabilitación social Cotopaxi. Desde allí, por medio de videoconferencia, escuchó y vio todo lo que sucedió en la sala. En las dos pantallas en las cuales aparecía su rostro, sus familiares lo vieron sentado y vestido con un saco naranja.
Según el relató de Fiscalía, el sospechoso sería quien habría golpeado en primera instancia a la mujer de 33 años y madre de tres niños. Además, habría embalado el cuerpo con fundas plásticas e introducido finalmente en una maleta, que fue hallada por la Policía debajo de la cama de la empleada doméstica cuatro días después.
Entre las actividades que se realizaron la tarde de este jueves se incluyeron las versiones de tres agentes que realizaron el levantamiento del cadáver, la reconstrucción de los hechos y los informes de las pericias de luminol (químico que detecta sangre no visible). También se tomó el testimonio de Laura V., empleada y cómplice del crimen.
El agente que realizó el levantamiento del cadáver señaló que una vez que llegó al cuarto de la doméstica abrió la bolsa de equipaje y pudo ver que se trataba de una mujer. La víctima presentaba heridas en parte de su rostro, cabeza, abdomen y tórax. Incluso relató que en el pecho de la mujer aún estaba el cuchillo con el que fue asesinada. Esa arma tenía un mango negro y medía cerca de 30 centimetros. También dijo que recorrió el cuarto donde dormía la mujer con su esposo y no pudo ver ninguna mancha de sangre. “Todo estaba completamente limpio”, señaló.
Pese a esto, otro de los uniformados que realizó la pericia de luminol en la misma habitación, declaró a los tres jueces que se constató que la muerte violenta se produjo en ese cuarto, ya que la prueba reveló que existía sangre en las paredes del dormitorio. También en el piso, en dos veladores y en la pantalla de un televisor. Lo mismo ocurrió con el lavamanos y la ducha del baño.
Como tercer testimonio se tomó las declaraciones del agente que realizó la reconstrucción de los hechos el 24 de septiembre del 2008. El policía aún activo dijo al Tribunal que en base al relato de Laura V., se realizó ese procedimiento.
Para explicar esas pruebas que hacen parte del caso, el oficial presentó fotografías, en las cuales se representaba que los cuatro desconocidos llegaron a la casa de Mirka Castro cerca de las 10:00. Según la versión, cuando la empleada abrió la puerta solo tres personas entraron. Dos hombres y una mujer.
En las imágenes, que eran representaciones dramatizadas, se veía a los sospechosos recoger objetos de valor. El uniformado relató que mientras los intrusos recogían las cosas, llegó la señora y les reclamó por su presencia.
Cuando intentó escapar, supuestamente Victor M., la detuvo. Allí, la mujer le golpeó en la cara y como respuesta el acusado también la habría golpeado y llevado al dormitorio master. En ese momento, según Laura M., a ella la llevaron a otro cuarto donde estaban los hijos de la señora. Desde allí vio que el otro hombre cogió el cuchillo de la cocina.
Minutos después, la empleada habría sido llevada por Victor M., el baño del dormitorio. Allí, asegura haber visto a la señora Castro en el piso, inconsciente. Eso lo corroboró Laura V., la tarde de este jueves, cuando relataba el suceso. Ella llegó a las 14:30 con esposas en sus manos y un chaleco de protección. Dos agentes la custodiaron mientras estuvo en la sala.
En su declaración el abogado de la familia de la víctima le preguntó si Victor M. estaba en la sala. La mujer regresó a ver a los asistentes y aseveró que no lo veía presente. Sin embargo, con su mano derecha señaló al hombre que estaba en la pantalla y dijo “él es Vistor, jamás me podría olvidar de la cara del hombre que tanto daño me hizo”. El abogado defensor del acusado le realizó varias preguntas.
Antes de retirarse de la sala, la mujer pidió al Tribunal dirigirse al padre de su exjefa, quien estaba presente en ese momento. Lo cual fue rechazado de inmediato por los jueces. El hombre de 68 años, minutos antes pidió a los jueces que se haga justicia por la “muerte violenta” de su hija. A las 18:15 la jueza, Olga Ruíz suspendió la audiencia y determinó una nueva fecha para reinstalar el caso.
En tanto, desde los monitores Victor M., se despidió de su familia y enseguida la señal de la videoconferencia se cortó.