Los Bomberos rescataron a un hombre que intentó lanzarse del séptimo piso de un edificio del norte de Quito

Fotos es cortesía de Jonathan Veletanga

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Un equipo de cuatro bomberos se instaló en el octavo piso, uno más arriba de donde se encontraba el hombre, mientras un segundo equipo de uniformados hablaban con él. Foto: Cortesía Jonathan Veletanga

La gente gritaba desde la calle. "¡No lo haga!". De esta forma le pedían a un hombre de unos 45 años, quien permanecía parado en el bordillo de una ventana del séptimo piso, de un edificio ubicado en la calle Luis Cordero y Av. 12 de Octubre, en el norte de Quito, que no terminara con su vida. Este hecho duró cerca de 10 minutos.

El hombre, vestido con una camisa a rayas y pantalón de tela de color oscuro, estaba a punto de arrojarse hacia la calle cuando la gente se percató del hecho. Esta emergencia fue reportada a las 17:00 de este miércoles 31 de agosto del 2016.

Dos minutos después llegaron dos agentes de la Policía, que patrullaban por ese sector. Y otros tres minutos más tarde ingresaron los bomberos al edificio en donde el hombre de encontrada, se trataba de un complejo de oficinas.

El tiempo pasaba y el hombre parecía que había desistido de lanzarse. "Estaba en una terrible crisis nerviosa, se tambaleaba; lo primero que hicimos fue tratar de dialogar, le dijimos que pensará en su familia", comentó el teniente Hernan Moreno, del Cuerpo de Bomberos, que estuvo a cargo del rescate.

Un equipo de cuatro bomberos se instaló en el octavo piso, uno más arriba de donde se encontraba el hombre, mientras un segundo equipo de uniformados hablaban con él.

El segundo grupo se encargó de la maniobra de rescate: un socorrista descendió a través de la ventaba del piso superior y otro por la ventana de al lado, ambos, sostenidos por arneses, se acercaron al hombre y lograron sujetarlo y hacer que ingrese por la misma ventana que salió. La gente que presenciaba en la calle el rescate aplaudió esta acción.

Los vecinos del sector habían sacado colchones y sábanas y las habían colocado en la calle por si el hombre decidía lanzarse.

"No se saben las razones por las que el señor quería terminar con su vida. Pero sí estaba muy afectado", dijo Moreno.

El hombre fue trasladado a una ambulancia en donde recibió atención psicológica y después fue llevado a un hospital.

Adrian Rolando, testigo y morador de La Floresta, contó que vio al hombre salir de la ventaba y que sus compañeros de trabajo fueron los primeros en pedirle que no se arroje. "Movía un pie como si se lanzará, luego volvía a poner el pie en el bodillo", dijo.

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