Redacción Deportes
En el Endurance, llegar primero no basta para ganar. En esta disciplina hípica de nada sirve a un jinete cumplir con los 20, 40 ó 60 kilómetros de recorrido en el menor tiempo posible, si su ejemplar llega golpeado o con la frecuencia cardíaca desestabilizada.
Justamente ese fue el reto que debieron superar los 133 jinetes que participaron, el pasado sábado, en el III Concurso Hípico Oficial Nacional de Endurance Guachalá-Cayambe 2009, denominado Copa Revista Clubes.
El torneo, realizado por segundo año consecutivo (esta vez en la Hacienda Guachalá, de Cayambe), aparece en el país como una nueva modalidad de la hípica.
En esta disciplina se combina el control del animal, la estrategia y el manejo del tiempo y la distancia. Todo esto, en un recorrido contrarreloj a campo traviesa, en el cual el jinete debe precautelar la integridad del caballo.
El jinete Carlos Vera es testigo de ello. El quiteño, de 29 años, cumplió con los 60 kilómetros, la categoría más exigente. Sin embargo, fue descalificado porque su caballo llegó cojeando a la meta, tras pisar una piedra.
Claro, la ruta que propone el Endurance no es para nada sencilla. Al contrario, en ese tipo de competencias los jinetes, además de poner a prueba el dominio que poseen con el caballo, ensayan su resistencia para cabalgar por lugares poco transitados, senderos y caminos montañosos.
“En los entrenamientos se enseña a los caballos a caminar por superficies planas y empedradas para que se acostumbren”, manifiesta el jinete Segundo Buenala, competidor del torneo.
Participar en esa modalidad requiere de una exigente preparación, tanto del jinete como del ejemplar. Por ello, las pruebas están separadas por dos meses, para que los participantes en el escalafón tengan tiempo de recuperarse y entrenarse.
En total, el jinete deberá cumplir con seis pruebas en el transcurso del año para hacerse del título nacional del torneo. La próxima carrera será en agosto. En el Endurance está permitida la intervención de caballos de diversas razas, aunque el más apto es el de linaje árabe.
“Esos ejemplares se caracterizan por ser pequeños, fogosos y con grandes dotes de resistencia”, explica Darío Miranda, miembro de la Federación Ecuatoriana de Deportes Ecuestres (FEDE).
Durante el recorrido, los binomios son ‘víctimas’ del cansancio, fatiga, insolación… Por ello, la organización del Endurance planifica el recorrido para los jinetes para establecer varios puestos de socorro a lo largo de la ruta.
Durante el recorrido del sábado en Cayambe, hubo abastecimiento de agua para los binomios, mientras que en la llegada estuvieron seis socorristas y una ambulancia de la Cruz Roja,
“Me parece estupenda la organización de este torneo. Todos estamos seguros ”, señaló Buenala, Para el control veterinario la organización destinó a ocho profesionales y a ocho ayudantes, estudiantes de Veterinaria.
En Cayambe, 86 jinetes cruzaron la meta, mientras que 47 fueron descalificados por temas relacionados a la salud del caballo.
En la competencia de los 60 km, la prueba más exigente del torneo, se destacaron Eloy Martínez y Sofía Ribadeneira, en Trueno y Ar Faisan, respectivamente.