La Nación, Costa Rica, GDA y Siete Días
Con el lanzamiento del primer autobús impulsado a hidrógeno de América Latina, Brasil se convierte en uno de los cinco países en el mundo que ha dominado esta tecnología y ha desarrollado un autobús que funciona con hidrógeno.
El hidrógeno es energía alterna
El autobús de hidrógeno de Sao Paulo es un vehículo que emite vapor de agua en vez de residuos tóxicos.
General Motors ha anunciado su intención de comercializar vehículos particulares impulsados por hidrógeno para 2010.
Así lo destacó José Serra, gobernador de Sao Paulo, al referirse a este primer prototipo que entró en funcionamiento como un vehículo totalmente limpio. Para una de las ciudades más contaminadas del mundo, verse libre de los residuos tóxicos, provenientes del tráfico, significa un enorme alivio ambiental.
Para construir este prototipo se dispuso de 15 años y USD 16 millones, que lograron hacer realidad el desarrollo de un proyecto que involucrará la fabricación de tres autobuses, en total, que funcionarán en 2001 y una planta de producción de hidrógeno y abastecimiento.
El vehículo lleva 45 kg de hidrógeno almacenados en sus nueve tanques, que dispondrán de un consumo promedio de 15 kg cada 100 km; su autonomía es de aproximadamente 300 km con hidrógeno, pero gracias a la energía de baterías podrá rendir, unos 40 km más. Estructuralmente el vehículo cuenta con capacidad para 63 pasajeros y además espacio para sillas de ruedas.
La iniciativa de la Empresa de Transporte Urbano (Emtu) del gobierno de Sao Paulo recorre el llamado “corredor metropolitano ABC”, una ruta de 278 kilómetros exclusiva para autobuses que cruzan el suburbio de esta ciudad de unos 20 millones de habitantes, entre los barrios de São Mateus y Jabacuara.
El coordinador del Programa de Desarrollo del Ómnibus Movido a Hidrógeno de la Emtu, Carlos Zundt, indicó que se trata del primer vehículo del transporte público que utiliza ese combustible en América Latina, un proyecto posible gracias al apoyo de entes públicos, privados e internacionales como el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
A diferencia de un motor diésel, donde la energía se genera a partir de un proceso de combustión que quema el combustible de origen fósil, el movido a hidrógeno se origina en una reacción química.
“Con el hidrógeno no hay combustión. Es simplemente una reacción química, a través de la cual el hidrógeno y el oxígeno generan agua”, sintetiza.
La locomoción del vehículo tiene lugar cuando el hidrógeno, almacenado en los tanques del autobús ubicados en su parte superior, es sometido a ese proceso electroquímico que genera energía eléctrica. Dicha energía es encaminada a los motores de tracción del vehículo que es lo que hace que se mueva.
Aunque es el primero en América Latina, en el resto del mundo este sistema de transporte ecológico va ganado espacio. Alemania ha sido uno de los países pioneros en utilizar este sistema. La empresa Daimler proyecta iniciar en 2012 la construcción de una abarcadora red de estaciones que provean hidrógeno.
Por otro lado, científicos de las universidades de Oxford y Cranfield, en el Reino Unido, mostraron al público el primer prototipo de un carro ligero con motor de hidrógeno que es tres veces más limpio que todos los carros ecológicos actuales y que es capaz de recorrer casi 400 kilómetros utilizando solo un kilo de ese gas.
Este vehículo ecológico, conocido como el Riversimple, funciona con una sola batería de seis kilovatios que es alimentada por hidrógeno y no emite dióxido de carbono, sino solamente agua.