Melbourne, Reuters
Las campeonas defensoras, Serena y Venus Williams, vencieron el viernes a Cara Black y Liezel Huber por 6-4 y 6-3 para revalidar su título de tenis por los dobles femeninos del Abierto de Australia, conversando el récord perfecto de la pareja en finales de Grand Slam.
Las hermanas Williams, segundas favoritas, continuaron con su dominio sobre la zimbabuense Black y la estadounidense Huber, recuperándose de un lento comienzo bajo un brillante sol en el estadio Rod Laver y llevándose la victoria en 86 minutos. Este es su undécimo título de dobles en un Grand Slam.
Serena disputará el sábado la final del título individual femenino del torneo ante Justine Henin de Bélgica. Las hermanas Williams ahora han vencido a las máximas favoritas de los dobles las tres veces que se han enfrentado, incluida la final del Abierto de Estados Unidos del año pasado.
El título es el cuarto de las Williams en Melbourne Park, donde también se coronaron en el 2001 y 2003. “Creo que hoy estuve muy concentrada y mi servicio fue realmente trabajado”, dijo Venus a periodistas después de no conceder ningún quiebre con su saque. “Ellas jugaron realmente como un equipo y cuando entraban a la red lo hacían bien. Así que Serena y yo tuvimos que trabajar juntas”, agregó.
Las Williams superaron un comienzo lento para obtener un quiebre cuando estaban 3-3 en el primer set, un rompimiento clave para llevarse el parcial. En el segundo sets, las estadounidenses salieron a sellar el partido y consiguieron un temprano quiebre que encaminó el triunfo.
COMEDIA El triunfo de las Williams tuvo al final un toque de comedia, cuando Venus no se enteró de que habían ganado el partido. Después de romper el servicio de Huber para sellar el encuentro, la mayor de las hermanas comenzó a prepararse para el siguiente juego.
“Yo realmente no sabía el resultado. Pensé que estábamos 5-2. Realmente no sé cómo me perdí”, dijo. “Pensé: (Serena) está realmente feliz con este quiebre!”, agregó.
Serena, cuyas piernas han sido fuertemente vendadas durante todo el torneo, apareció en la cancha con una cinta adhesiva en su muñeca, pero evadió las preocupaciones acerca de su idoneidad antes de su duelo ante Henin.
“Me caí el otro día un par de veces en mi partido, de modo que ahora estoy agregando (vendajes) a la lista”, dijo. Las Williams, segundas cabezas de serie, terminaron con una racha de 13 victorias consecutivas de sus rivales, quienes venían de ganar los títulos de Sidney y Auckland antes de jugar en Melbourne Park.
Con este triunfo, la pareja estadounidense aumentó un asombroso registro de 16-1 en finales. Su única derrota se remonta a 1999 en San Diego.