El joven fue trasladado hasta el Hospital de Latacunga el sábado 5 de octubre del 2019. Foto: Captura
Luis Tipantuña, universitario, perdió su ojo derecho tras ser impactado por una bomba lacrimógena lanzada por policías en Quito. Este Diario lo corroboró la tarde de este sábado 5 de octubre del 2019. El joven fue sometido a un procedimiento de evisceración en el Hospital Eugenio Espejo.
Tipantuña, de 29 años, está por terminar la carrera de Derecho en la Universidad Metropolitana. El jueves 3 de octubre del 2019 salió, al igual que otros universitarios, a protestar en contra de las medidas económicas que anunció el Gobierno el 1 de octubre.
Este sábado, los médicos le dieron el alta. El joven egresado del Instituto Nacional Mejía todavía siente los efectos de la anestesia que le aplicaron para el procedimiento quirúrgico.
Con el procedimiento de evisceración, los médicos extrajeron el contenido del globo ocular: el iris, la córnea y la retina. Solo dejaron la esclerótica (membrana blanco y fibrosa, que es la capa más externa del ojo) y los músculos que permiten la movilidad. Los médicos cosieron la parte externa del ojo y se espera que en los próximos días se le implante una prótesis.
El joven, en casa acompañado por familiares y amigos, relata que ahora se encuentra en un proceso “de aceptar y asimilar que empiezas otra etapa”. En el hospital recibió la visita de psicólogas que conversaron sobre la forma en la que tiene que afrontar este suceso.
El impacto de bomba se produjo el jueves cerca de las 19:00. Él subía desde la calle Guayaquil hasta la Plaza de San Blas. Cuenta que en una arremetida policial los uniformados dispararon bombas lacrimógenas al cuerpo de los manifestantes. Una de ellas impactó en su rostro.
Recibió el apoyo de dos personas, que lo llevaron hacia el costado norte de la Plaza. Un conductor en moto lo llevó al hospital.
Desde que se iniciaron las protestas en contra del gobierno de Lenín Moreno, el jueves último, este no es el único caso de denuncia de exceso de fuerza de los agentes del orden y de disparos de gases y otros proyectiles (entre ellos, balas de goma con rifles de paintball) al cuerpo de manifestantes.
Este sábado 5 de octubre la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunció que “declara estado de excepción en todos los territorios indígenas”. Precisó que lo hizo “ante la brutalidad y la falta de conciencia de la fuerza pública” para comprender la protesta de las comunidades en contra de las medidas económicas y “ante la insistencia del Gobierno Nacional de avanzar sobre nuestros territorios con la explotación de minería, petróleo y bienes de la naturaleza”.
La Conaie difundió en sus redes sociales videos e imágenes con heridos. En una de ellas aparece un joven con una hemorragia en el ojo, tras ser impactado por un proyectil en un enfrentamiento entre manifestantes y militares en Latacunga, Cotopaxi.
La Conaie también subió un video de Sebastián A., detenido el viernes. Ahí se lo observa con los ojos hinchados, moretones y lesiones en los labios. Según la organización indígena, él estaba “asilado” en una oficina de la Policía Judicial en Ambato.
La Conaie denunció asimismo a comuneros heridos este sábado con perdigones en el el sector de Panzaleo, al sur de Salcedo, en Cotopaxi, donde se produjo otro enfrentamiento con militares, en la vía Panamericana.
“Militares y policías que se acerquen serán retenidos y sometidos a justicia indígena”, dijo la Confederación, en el comunicado que habla de la declaratoria de estado de excepción en territorios indígenas. Este sábado, 47 militares que intentaban reforzar la seguridad en Alausí (Chimborazo) fueron retenidos por grupos indígenas.
El anuncio del movimiento indígena se produce cuando en Ecuador rige un estado de excepción decretado por el Gobierno, que faculta a las FF.AA. a realizar tareas de seguridad en el territorio, para garantizar servicios.
En ese contexto, la organización Amnistía Internacional, a través de su directora regional Erika Guevara-Rosas, exhortó al presidente Lenín Moreno a “asegurar que los derechos humanos de los manifestantes, periodistas y líderes sociales sean respetados. La decisión de desplegar a las Fuerzas Armadas para el control de las protestas solo aumenta el riesgo de violaciones a los derechos humanos”.
“Las autoridades ecuatorianas tienen la obligación de investigar a fondo, con celeridad e imparcialidad todas las denuncias de uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y otras violaciones a los derechos humanos que han ocurrido en el contexto de las protestas y el estado de excepción”, enfatizó Amnistía Internacional.
La Defensoría del Pueblo se hizo eco de un video que muestra cómo un policía pasa con una motocicleta por encima de un hombre que se encuentra en el piso, durante la intervención de agentes para reprimir una protesta en Quito. El organismo, en un comunicado, “exige el respeto debido a la protesta social”, ante los hechos denunciados por “familiares de manifestantes, así como aquellos expuestos por redes sociales, que evidencian un uso excesivo de la fuerza”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó “preocupación por uso excesivo de la fuerza por la Policía en Ecuador, como evidencian imágenes de represión a las protestas sociales. Seguimos con preocupación la situación de un centenar de detenidos en todo el país, por lo menos 19 heridos y 20 periodistas agredidos”.
La Defensoria del Pueblo también reaccionó por la retención de 10 policías el viernes en Otavalo. El organismo se ofreció a mediar para la liberación que se produjo sólo después de que fueran sometidos al cabildo indígena. Este sábado, en el sector de Panzaleo (Cotopaxi) se reportaron cuatro militares golpeados con palos y piedras en las extremidades y en rostros.