Puerto Príncipe. AFP y Reuters
Una veintena de cadáveres se apiña junto a la acera que lleva a la catedral de Puerto Príncipe, reducida prácticamente a escombros por el terremoto.
Tapados apenas con unos trapos, los cuerpos se han hinchado a causa del calor y el hedor es tal que los pocos que se atreven a pasar por delante lo hacen a paso rápido y tapándose la boca con cualquier cosa a mano.
Sin embargo, cerca de ellos, una decena de vecinos ha instalado su campamento provisional. “Nadie viene por los cuerpos”, explica con la voz cansada una vecina que vela los cadáveres. A sus espaldas, otro pequeño grupo trata de reabrir una de las entradas de la catedral de Notre Dame, el mayor edificio eclesiástico de la capital. Solo cuentan con sus manos porque a este barrio de Puerto Príncipe no ha llegado aún ningún equipo de ayuda ni siquiera para cuantificar los daños y los vecinos temen que todavía haya gente atrapada entre las ruinas.
La escena se ha convertido en una triste rutina en un Haití que todavía se aterroriza con cada uno de los fuertes temblores que lo sacuden regularmente desde el devastador terremoto del martes, que con la inédita magnitud de 7,3 grados en la escala de Richter ha dejado prácticamente arrasada la ciudad. Miles de personas salen cada noche a dormir en la calle por miedo a nuevos derrumbes y todos los parques de la ciudad están colapsados con damnificados que se refugian bajo cualquier tela que les proporcione un techo temporal. El ministro haitiano de Salud Pública, Álex Larsen, señaló que casi 1,5 millones de personas quedaron sin techo luego del violento sismo.
Los cadáveres insepultos también evidencian que Haití no termina de contar sus muertos en la tragedia. Autoridades de Puerto Príncipe dijeron ayer que alrededor de 140 000 personas pudieron haber muerto tras el terremoto que devastó la nación caribeña y señalaron que pandillas estaban atacando a los sobrevivientes que aguardan desesperadamente por ayuda internacional.
“Estamos limpiando las calles de cadáveres y poniéndolos en tumbas colectivas. Hemos enterrado unas 40 000 personas. Creo que hay otros 100 000 muertos más”, informó ayer el secretario de Estado para la Seguridad Pública, Aramick Louis.
Precisamente, aparte de la amenaza de epidemias a causa de los cadáveres insepultos, se teme una ola de violencia. Una preocupación en ese sentido fue expresada por las Naciones Unidas. El secretario general de la organización, Ban Ki-moon, admitió que, por ahora, los controles quedarán en manos de los cascos azules ya desplegados en el país caribeño. Pero Ban consideró que serán necesarios por lo menos 2 000 policías más en las calles de Puerto Príncipe, en la cual se dan crecientes señales de saqueos y de presencia de pandilleros.
La inquietud también es compartida por EE.UU. Autoridades militares de Washington informaron ayer que los 5 500 soldados que el presidente Barack Obama ordenó despachar de inmediato se convertirán en alrededor de 10 000 para el lunes, por lo que las fuerzas estadounidenses terminarán asumiendo de hecho el control de la seguridad en la devastada capital de Haití.
Los soldados de la 82a División Aerotransportada asumieron el control del aeropuerto en Puerto Príncipe, preparando el terreno para el arribo de una brigada entera, de 3 500 militares.
Más aportes
La ONG Un Techo para mi País hace gestiones para comenzar a trabajar en la reconstrucción de Haití. La organización pretende construir, como primera etapa de su intervención, 100 viviendas de emergencia para las familias afectadas por el terremoto. Es posible hacer un aporte a través de la página web www.untechoparamipais.org
El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM) de Ecuador inició la recolección de fondos para los damnificados de la catástrofe en Haití. Los interesados pueden depositar sus aportes económicos en la cuenta corriente 02005154355 del Produbanco, a nombre de Servicio Jesuita a Refugiados.
En las instalaciones de la Secretaría General del Parlamento Andino, en Bogotá, se reciben, desde el viernes 15 hasta el domingo 24 de enero, donaciones para los damnificados del terremoto de Haití. Los interesados en realizar las donaciones pueden dirigirse a la avenida Caracas N 70 A 61, en Bogotá.