Puerto Príncipe, San Juan, México D.F. ANSA y DPA
La comunidad internacional se comprometió hasta la fecha a aportar el 82% de los USD 575 millones que la ONU pidió tras el sismo de Haití en ayuda de emergencia. Eso cubrirá las necesidades mínimas más inmediatas, para comida y asistencia médica, para un período crítico de seis meses. Sin embargo, algunas actitudes han resultado ofensivas para un pueblo diezmado por la tragedia.
El presidente del Senado de Puerto Rico, Thomas Rivera Schatz, se mostró ayer ‘indignado’ por el comportamiento de un grupo de médicos que asiste a víctimas del terremoto en Haití.
Estos galenos habían publicado en la red social Facebook fotografías en actitudes festivas, en medio de quirófanos y consultorios.
El grupo de médicos fue enviado a la frontera entre Haití y República Dominicana para ayudar en tareas de asistencia médica a las víctimas del terremoto del 12 de enero. Rivera Schatz advirtió que dará la orden de divulgar el “nombre, dirección y teléfonos de los médicos” a la prensa para que los implicados den explicaciones.
Algunas de las imágenes cuestionadas muestran a los profesionales, sonrientes y con botellas de bebidas alcohólicas en sus manos, con el fondo de los servicios médicos, y también en poses de comedia, con armas prestadas por los soldados de custodia. Una de las tomas más cuestionadas muestra, en primer plano, a un médico, que se ríe, con una sierra en las manos con la que hace el gesto de realizar una amputación. También hay fotos indecorosas de pacientes hospitalizados.
Mientras tanto, un congresista mexicano de izquierda pidió ayer disculpas al Embajador de Haití por tildar a los damnificados del terremoto en ese país de “abusivos insaciables”, entre otros comentarios de tinte racista, después que su partido anunció que podría expulsarlo. El insultador fue Ariel Gómez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), tercera fuerza política mexicana.
Durante un programa radial que conduce en el estado de Chiapas, Gómez dijo el jueves que “en los medios como la televisión observamos la cara de la gente [de Haití] cuando reparten ayuda. No son caras de necesidad, sino de abusivos insaciables”.
“Como todos son negros y se parecen tanto, habría que marcarlos con una tinta indeleble para que no se les repita la ayuda”, afirmó luego Gómez, sin percatarse de que su micrófono estaba al aire.