Juergel Gustafsson, madre de Bini, y Dag Gustafsson, padre (derecha) llegaron al Ecuador. Foto: Roberto Peñafiel / EL COMERCIO
El país fue blanco de un atentado cibernético masivo. Entre el jueves pasado y la mañana de este lunes 15 de abril del 2019, las páginas web de entidades estatales recibieron 40 millones de ataques dirigidos por piratas informáticos.
El objetivo de los ‘hackers’ fue saturar los sitos de Internet y sobrecargarlos de información para que los usuarios no pudieran usarlos. Esta modalidad se la conoce como “infección DOS” o ataque por denegación de servicio.
Así lo confirmó ayer el viceministro de Tecnologías de la Información y Comunicación, Patricio Real. Según el funcionario, debido a la magnitud de la ofensiva, el país pasó del puesto 51 al 31, en la escala mundial en el volumen de ataques cibernéticos.
Real aseguró que los portales soportaron la arremetida digital y funcionaron de forma intermitente. Dijo que no hubo robo de información, que los servidores tampoco fueron dañados y que solamente se registró el ‘hackeo’ de las páginas web de dos alcaldías.
Sin embargo, la organización Usuarios Digitales sí reportó un robo de información de la base de datos de la Escuela de la Función Judicial.
A través de Twitter, la organización identificó las cuentas de los ‘hackers’ que publicaron datos personales de jueces.
Los piratas usaron las etiquetas #FreeAssange, y OpEcuador (Operación Ecuador).
Uno de los ‘hackers’ subió el domingo en su cuenta de Twitter una imagen con fondo negro y letras blancas.
Allí constan nombres, correos y direcciones de jueces de Cotopaxi, Pichincha y Azuay. También publicó una captura de pantalla en donde exhibe un posible ingreso fraudulento a una página, en la que figura ser el administrador.
Otro pirata reveló en su Twitter que usó el virus troyano para infectar a portales.
Francisco Robayo, director para Latinoamérica de Checkpoint, una empresa especializada en la investigación de seguridad informática, asegura que Ecuador se encuentra actualmente entre los cinco países más atacados de la región.
Un estudio confirma que los ataque cibernéticos al país han aumentado en un 40%.
El Ministerio de Telecomunicaciones indicó que los ‘hackers’ dirigieron la ofensiva luego de que el Gobierno retirara el asilo diplomático al fundador de WikiLeaks, Julián Assange.
Los autores de la ofensiva cibernética no han sido identificados, pero por sus IP y servidores se los ubica en ocho países.
El jueves, después de que Assange fuera arrestado en Londres, en el país se activó un gabinete de Seguridad presidido por el Ministerio de Defensa y en el que participó la Cartera de Telecomunicaciones. Las entidades activaron un protocolo de seguridad para fortalecer la ciberseguridad.
El Gobierno de Israel ofreció ayuda al Ecuador para mejorar la seguridad informática.
Al mismo tiempo, Anonymous lanzó a través de las redes sociales una amenaza: “Liberen a Assange o lo pagarán”.
Este lunes 15 de abril del 2019, Juan Sebastián Roldán, secretario particular de la Presidencia, dijo que el Gobierno ya se preparó para los ataques cibernéticos antes del retiro del asilo al ‘hacker’ sueco.”El Comando Conjunto de FF.AA. tiene una delegación que ha cuidado que eso no suceda”.
Roldán dijo también que Assange tenía en el país una supuesta red de “espionaje” de la que formaría parte Ola Bini, sueco detenido el jueves 11 de abril del 2019.
Contra el extranjero existe una investigación por el posible delito de ataque a la integridad de sistemas informáticos.
Sus padres, Dag Gustafsson y Juergel Gustafsson, llegaron ayer a Quito. Poco antes de subir al avión, el padre publicó en Facebook que buscaría la forma de liberar a su hijo.
“Su crimen consiste en que él sea amigo de Julian Assange, nada más, y eso no es un crimen”, escribió.
También indicó que pedirá ayuda al consulado de su país en Quito, pues cree que su hijo fue víctima de violaciones a los DD.HH. durante su detención.
Carlos Soria, abogado de Bini, indicó que su cliente es activista informático. Este lunes presentó una apelación a la prisión. El propósito es que Beni se defienda en libertad.
La Fiscalía, por su parte, presentó un reporte en el que se detallan pagos por USD 230 000 por servicios de Internet, en los últimos cuatro años.
ThoughtWorks tiene oficinas en EE.UU. y Ecuador
La Superintendencia de Compañías registra en su base dos empresas con nombres similares: ThoughtWorks INC y ThoughtWorks Software Ecuador, en las que trabajó Ola Bini, entre el 2013 y el 2017. La primera es una sucursal extranjera, cuya sede principal está en Chicago, Illinois (EE.UU.). Se constituyó el 26 de mayo del 2014 para dar consultorías en desarrollo de software y hardware.
Pero registra capital cero. No ha cancelado Impuesto a la Renta desde el 2014 en adelante y no tiene pagos de Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) en el mismo período.
En su estado financiero del 2017, sus activos suman USD 8 726,42, en tanto sus pasivos suben a USD 42 349,89, principalmente, por cuentas por pagar en el exterior. Por esta razón su patrimonio es negativo en USD 33 623.
Sus oficinas, según consta en la Supercias, están en el edificio Brescia, en la República del Salvador y Suiza, norte de Quito.
Esa dirección es la misma de ThoughtWorks Software Ecuador. Esta segunda empresa se abrió casi un año antes, el 28 de junio del 2013, para dar servicios de programación informática y actividades conexas.
Está presidida por Joanna Washburn Parke, de nacionalidad estadounidense, y gerenciada por la empresa Noesis Representaciones (Nosrep), cuya ubicación está muy cerca de las dos firmas: República del Salvador y Suecia, en el edificio Prisma Norte.
A diferencia de la sucursal extranjera, la firma nacional cerró su estado financiero del 2017 con activos por USD 6 millones. Sus pasivos tienen un millón de dólares menos y una utilidad de USD 532 647.
En su página web señala que hicieron una alianza público-privada con el Centro de Emprendimiento de Yachay, en el 2015.