María Brown: ‘Hablar de deserción es prematuro sin la cifra de matrícula extraordinaria’

Fue analista y luego asesora del viceministerio de Educación entre el 2013 y 2014. También fue subsecretaria de Educación Especial e Inclusiva y de Fundamentos Educativos, entre el 2014 y 2015. Foto: Flickr Ministerio de Educación.

Un nuevo año escolar arrancó en la región Sierra, con más de 56 000 alumnos que no se matricularon. ¿Qué va a pasar con esos estudiantes?

Esa cifra se obtiene al comparar la matrícula ordinaria de 2022 con el número de alumnos con el que terminamos el anterior. Pero hay matrículas extraordinarias todo el año. Hasta el 9 de septiembre, 20 636 estudiantes adicionales ya se incorporaron al sistema educativo nacional. En los colegios particulares también sigue incrementándose el número.

¿En qué tiempo se estabilizará la matrícula?

Solamente podremos hacer una evaluación final tres semanas después de culminado el período ordinario, cuando típicamente se estabiliza un poco. Hablar de deserción de más de 40 000 estudiantes es prematuro.

¿Los traslados entre planteles también influyen?

También vemos movimiento de estudiantes de una institución fiscal a otra. Por lo tanto, es importante que este proceso se estabilice para poder hacer un análisis. En la tercera fase del régimen Sierra-Amazonía hemos atendido -en tres días- 20 520 pedidos adicionales a los 123 741 que ya teníamos. Sin embargo, es evidente que muchos niños no están en la escuela y se dedican, por ejemplo, a trabajar en la calle.

Estamos por lanzar un pilotaje que consiste en una búsqueda activa para que la Policía comunitaria apoye cuando vea a un niño o un joven en edad escolar en un horario que podría ser de clases y verifique por qué no está asistiendo y si es que está matriculado o no. También hay estrategias de ampliación de cobertura en zonas rurales. Si llevamos la escuela más cerca de la comunidad mejoraremos los índices de matrícula y de permanencia, sobre todo en la básica elemental y media.

Con el inicio de la pandemia se perdió el rastro de 120 000 alumnos. ¿Ya se conoce cuántos no volvieron a la escuela?

De esa cifra también vamos a tener el reporte completo cuando se estabilice la matrícula. Hay que revisar de los estudiantes matriculados cuántos asisten y cuántos no. Los rectores deben reportar si alguno que está en la lista no se presenta a clases. Este ejercicio ya se hizo en el régimen Costa.

¿Qué resultados hubo?

Tuvimos muy buenos resultados respecto al registro de las asistencias a las clases. Existen 2 016 940 estudiantes matriculados, que implica un incremento frente al 2021, cuando hubo 1 981 000. En la Sierra habíamos visto, desde el 2020, una tendencia a la baja. Entonces podemos inferir que varios estudiantes -no solamente ahora, sino a lo largo de la pandemia- comenzaron a trasladarse al régimen Costa.

¿Todo esto se pudo prever en los Puntos de Reencuentro que se activaron antes del retorno a la presencialidad?

Claro. Por ejemplo, en los Puntos de Reencuentro ya preveíamos un incremento importante en las solicitudes de los traslados. Uno de los aspectos que pudimos registrar es que los estudiantes están matriculados en instituciones muy lejanas a sus domicilios en el que estaban, debido a la movilidad que vivió la población. También vienen retos de aprendizaje. Y la UNE denuncia la reducción de horas en asignaturas importantes.

Es lamentable la desinformación que un gremio genera cuando hace referencia al plan de estudios, citando un acuerdo ministerial de carga laboral docente. Lo que se hizo fue reformar cómo trabajan los docentes durante las ocho horas obligatorias, cumpliendo con lo que dispone la ley sobre las 25 horas pedagógicas.

Otro tema que preocupa a los padres es la seguridad de los estudiantes, en un contexto de extrema violencia como el que se vive en el país. ¿Cómo se va a garantizar?

Coordinamos con los ministerio de Defensa e Interior y la Policía Nacional para buscar mecanismos de protección para nuestros estudiantes. Lanzamos un plan piloto para una relación más cercana de la Policía con las instituciones educativas y un mapeo nacional de las que están ubicadas en los puntos calientes, a donde se va a asignar a los policías para un patrullaje permanente.

¿Cómo asegurarse de que los niños de esos puntos calientes no dejen de estudiar?

Dentro del estado de excepción, las medidas que se pueden adoptar incluyen al Ministerio de Defensa para ir garantizando la seguridad de los estudiantes y retomar las clases de forma presencial. Se prioriza la presencialidad, pero también poniendo primero la integridad física de nuestros estudiantes.

¿Cuántas escuelas están cerradas por estas causas?

Ahora solamente dos, pero puede variar según las alertas que se presentan. Hemos tenido más en Esmeraldas y Guayas, siendo Guayaquil, Esmeraldas y San Lorenzo las ciudades con mayores niveles de conflictividad. No son cierres permanentes sino intervenciones mientras actúa la Policía.

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