Lucio Gutiérrez, expresidente de la República. Foto: Jenny Navarro/EL COMERCIO
Hoy, 20 de abril, se cumplen 10 años del golpe de Estado en contra de Lucio Gutiérrez. Él ha asegurado que su derrocamiento fue orquestado por el expresidente venezolano, Hugo Chávez, por el gobierno de Fidel Castro en Cuba y por miembros de las FARC.
En el cable de Wikileaks 30154, del 5 de abril del 2005, contiene información en la que miembros de la Embajada de Estados Unidos aseguraban sobre la influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, en Ecuador; afirmaban que “era leve pero creciente, sobre todo desde septiembre del 2004”.
Gutiérrez asumió la Presidencia el 15 de enero del 2003. Quiso firmar acuerdos comerciales (TLC) con Estados Unidos y la Unión Europea, lo que provocó que sus aliados, militantes del MPD y Pachakutik le retiraran su apoyo.
Hoy, 20 de abril, el exmandatario ecuatoriano, en entrevista otorgada a Teleamazonas, asegura que los cable revelados por Julian Assange, confirman que “hubo un mosaico peligroso, financiado por Hugo Chávez (+) con la participación de las FARC, cubanos y extremistas ecuatorianos”, quienes aportaron económicamente para que se diera el golpe de Estado que lo sacó del poder.
Lucio Gutiérrez también dijo que el país debe saber que el fallecido Hugo Chávez le pidió, en algunas ocasiones, que controlara los medios de comunicación para perennizarse en el poder.
Asimismo le sugirió no firmar acuerdos económicos con la Unión Europea y Estados Unidos y que le aconsejó controlar los medios de producción “para que les tengas a los empresarios en tus manos, para que tú seas el único que invierta y dé trabajo en el Ecuador”.
Al no seguir los consejos de Chávez, afirma Gutiérrez, se convirtió en un obstáculo para instaurar el comunismo en Ecuador. “Chávez y los que orquestaron mi derrocamiento pusieron un títere (en el país) que permitió la expansión del modelo comunista que tenemos ahora”.
Para Gutiérrez, el golpe de Estado en su contra fue también auspiciado por “la oligarquía de la Costa, conformada por los socialcristianos que tenían a su cabeza al fallecido expresidente León Febres Codero. Igualmente culpa a la oligarquía de la Sierra liderada por la Izquierda Democrática y su representante Rodrigo Borja”.
El 20 de abril de 2005, hubo varios eventos fuera de lo normal, como indicó el defenestrado mandatario. Entre estos, el pedido del general a cargo de su seguridad que pidió abandonar el Palacio de Carondelet.
Ante su negativa, un pelotón de soldados armados lo secuestra y “a empellones me llevaron a la terraza del Palacio y me subieron en un helicóptero. “Pedí al piloto que me llevara a Babahoyo, Riobamba, Guayaquil, al Tena, pero me dijo que tenía la orden de llevarme al aeropuerto Mariscal Sucre”.
Quito estaba convulsionado y en el aeropuerto “me esperaban manifestantes para cometer magnicidio. Cuando estuve frente a ellos, levanté mis brazos y les dije que me mataran (…) no sé por qué no cumplieron lo que pensaban hacer”.