El primer paso está dado. Los prefectos de Guayas y Azuay, Jimmy Jairala y Paúl Carrasco, en su orden, firmaron una carta de intención en la búsqueda de encontrar a una salida amistosa a los diferendos de límites que mantienen ambas jurisdicciones.
A través de la misma no solo se establece una mancomunidad entre ambas entidades para un trabajo conjunto en las zonas en litigio, sino además establecieron a fines de diciembre próximo como la fecha tope para haber zanjado las diferencias.
La mañana de este martes 9 de septiembre ambas autoridades provinciales se reunieron en la Prefectura del Guayas cuyos cantones Balao y Naranjal, mantienen litigios limítrofes con Cuenca y Ponce Enríquez por los recintos Sulla, Putucay y Abdón Calderón. En medio de la pugna están 607 km2 de extensión.
Tras cerca de hora y media de conversaciones a puerta cerrada, los dos prefectos dieron detalles a la prensa de los acuerdos tomados.
Todo se resumió en la firma de una carta de intención que busca, en la solución de límites territoriales, iniciar un proceso de negociación directa de conformidad a la Ley de Límites.
Además, el documento conviene que mientras trabajen las comisiones técnicas que se integrarán para el efecto, y mientras no se cuente con un informe de las mismas, los equipos de ambas prefecturas únicamente, y de manera conjunta, levantarán un diagnóstico de las necesidades básicas insatisfechas que requieran las poblaciones asentadas en los territorios con indefiniciones de límites.
En base a esto, dijo Jairala, las dos entidades se comprometen a constituir una mancomunidad para atender un programa priorizado de obras hasta que se resuelvan los diferendos. Y que los plazos de solución no podrán superar diciembre.
Carrasco destacó la apertura de las autoridades guayasenses en la búsqueda de llegar a acuerdos amistosos. “Si bien estamos comprometidos con nuestra provincia y con el Ecuador, Guayas y Azuay hemos tenido un proceso de hermanamiento; y Cuenca y Guayaquil en proceso de intercambio comercial, de relaciones económicas e incluso de relaciones familiares”.
El encuentro entre ambos prefectos, anunciado desde el pasado viernes, se dio el mismo día que en varios medios impresos del país fue publicado un remitido firmado por el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera, y los catorce concejales de la capital azuaya.
Allí, entre los ocho puntos, se rechaza “categóricamente las acciones beligerantes y la violencia como medio de presión y manipulación que conducen a la confrontación de los habitantes de dichas comunidades ejercidas por los Gobiernos Autónomos Descentralizados de Guayas y Balao…”.
Producto de estas diferencias, el pasado jueves se dieron incidentes en el recinto Abdón Calderón cuando una parte de la población, que respalda la tesis azuaya, trató impedir que maquinaria de la Prefectura del Guayas y del Municipio de Balao ingrese al pueblo para realizar trabajos de reconformación de las calles. Hubo siete detenidos que horas después fueron liberados.
Jairala informó que en los próximos días, con el mismo objetivo, se mantendrán reuniones con el Prefecto de Los Ríos, Marco Troya, y que está cerca de concretar otra reunión con su par de Manabí, Mariano Zambrano. Este último por una zona muy sensible: la Manga del Cura (488 km2).
Guayas busca una resolución pacífica de las 14 controversias con seis provincias que involucran un territorio de 1 491 kilómetros cuadrados.
La semana anterior se concretó una reunión con el prefecto de Bolívar, Vinicio Coloma, para establecer una negociación directa en la controversia por los sectores de Santa Rosa de Agua Clara, de 31 km2, y Esperanza Alta, de 70 km2, que Guayas considera como jurisdicción de Bucay.