En una mañana fresca de cielo nublado, los ciclistas llegaron al punto de encuentro: la plazoleta San Francisco, en el centro de Guayaquil. Desde aquí arrancó la cicleada por el Día de la Vida Silvestre, que se cumplió este domingo, 6 de marzo, en cinco ciudades del país: Guayaquil, Quito, Riobamba, Tena e Ibarra.
El lema del evento este año fue: ‘Tu casa no es mi hábitat’, una campaña contra el tráfico de especies y para concienciar a la ciudadanía de que el sitio de un animal silvestre debe ser en la naturaleza, en su hábitat, no en una casa.
Eran las 08:30 y poco a poco el grupo creció, en respuesta a la convocatoria realizada a través de las redes sociales. Muy puntuales, con su ropa deportiva y en sus respectivas bicicletas, llegaron Antonio Naranjo, su esposa, Cinthya Reyes; y sus dos hijas, Melissa y Dana.
La familia acudió unida, para apoyar el mensaje de protección al ambiente. “Ayudar a la concienciación de que los animales silvestres no son mascotas, hay que dejarlos en su hábitat. Y también buscamos hacer deporte en familia. En estos tiempos de pandemia es bonito recrearse al aire libre”, señaló Naranjo.
El padre de familia resaltó la importancia de acerca a los niños a estos temas ambientales. “Es vital para que ellos desde pequeños cuiden y sepan respetar la naturaleza y a los animalitos”.
Un delito violento
Mónica Cabrera, de la fundación Rescate Animal Ecuador, recordó que la cicleada se realiza cada año, pero en 2021 no se hizo debido a la pandemia. Sobre la campaña ‘Tu casa no es mi hábitat’, la activista explicó que fue iniciada por varias organizaciones animalistas del Ecuador.
“El objetivo es que la gente entienda que el hábitat de los animales silvestres no son las casas, ellos del bosque, de la selva, del mar”, manifestó Cabrera. Hay que dejar de mascotizarlos pues les causamos un daño terrible a ellos. Y combatimos el tráfico de especies, que es uno de los delitos más lucrativos del planeta”.
A esto se suma que es un ilícito muy violento, pues para extraer a un animal de su hábitat generalmente matan a las madres, cuando se trata de crías.
La cicleada partió desde el centro con cerca de 50 participantes, avanzó por la calle Chile hacia el sur de la ciudad y llegó hasta la isla Santay. Aquí, los participantes se hicieron fotos con un marco en el que estaba el lema de la campaña.
Juan Pablo Pérez, del colectivo Masa Crítica Guayaquil, participó en el evento. Con él estuvieron representantes de varios grupos ambientalistas y de ciclistas urbanos, todos unidos en esta actividad.
“Es una forma de manifestarse. Este año se está promoviendo que la ciudadanía deje de comprar fauna silvestre. A veces compran por desconocimiento, pero hay que denunciar este comercio ilegal”, señaló el activista.
Pérez considera importante que los niños se involucren en estas iniciativas. “Y que aprendan la importancia que cada persona puede tener en el cuidado del medio ambiente”. Y también incentivar el uso de la bicicleta.