El carboncillo es su aliado. Con él retratan a propios y a extraños. Los caricaturistas del Malecón Simón Bolívar, al pie del caudaloso río Guayas, en Guayaquil, plasman en sus obras las actitudes, gustos, gestos y apariencia real de quienes visitan el tradicional sitio turístico porteño.
Los 10 artistas agrupados en la Asociación 9 de Octubre laboran en el sitio desde 2001.
Todos empezaron sus primeros trabajos siendo niños, con edades entre 5 y 7 años, pero con el pasar del tiempo fueron adoptando conocimiento para elaborar profesionalmente caricaturas, retratos, dibujos en óleo y otros materiales.
Ese proceso de innovación no ha terminado. La reciente emergencia sanitaria mundial los obligó a adaptarse a la tecnología. Ahora muchos de los rostros que deben retratar ya no están frente a ellos en persona, llegan vía Whatsapp.
Quienes realizan los retratos inician su jornada de trabajo a las 10:00 y trabajan hasta pasadas las 17:00. Se aprovecha la luz del sol. Cada día pueden llegar a hacer hasta cinco y seis obras, que pueden costar entre USD 20 y hasta 100 cada una.
Luis Figueroa, presidente de la Asociación, tiene 58 años de edad y pinta desde hace 30 años. En el Malecón, se ubica junto a la tradicional Torre Morisca, desde 2001. Un año antes, él y otros 20 colegas pidieron autorización para laborar en este sitio. Fue en la primera administración municipal de Jaime Nebot.
“Si me preguntas cuál es mi especialidad, me encanta el realismo, nada de surrealismo, ni abstracto, también me gusta el acrílico”, explica el hombre que usa siempre una boina.
En la actualidad son solo 10 artistas los que se distribuyen desde las calles Eloy Alfaro hasta Junín. Todos muestran algunos de sus trabajos al público. Han pintado conocidos personajes de la política, la farándula y el deporte.
Figueroa rememoró que pintó al ‘influencer’ mexicano Luisito Comunica. “Yo no sabía quién era él, después de que lo pinté en casa un hijo mío me alertó que era una persona famosa”, recordó entre risas.
Byron Abdón Calderón, artista plástico, realiza también retratos y caricaturas. Él se ubica con sus implementos a la altura de la calle 10 de Agosto, frente al Palacio Municipal.
El hombre de 31 años, que siempre usa un sombrero de paja toquilla, tradicional de la Costa, se toma en promedio unos 40 minutos haciendo retratos en carboncillo.
Pero, además, trabaja con otras técnicas. Detalló que un dibujo en tiza pastel toma un poco más de dos horas; mientras que en pintura al óleo demanda hasta cinco días.
Él ha retratado a la alcaldesa Cynthia Viteri, al exalcalde Nebot, a la medallista olímpica Neisi Dajomes, entre otros.
Pocos metros más adelante, a la altura de la calle Francisco Ycaza, labora Carlos Suárez. Hace 20 años se inició en la tradicional avenida 9 de Octubre.
Recordó que cuando tenía 6 años empezó a hacer retratos de animaciones como Condorito o Calimán. “Me ponía a dibujar, era un pasatiempo; unos tíos míos gustaban de este arte y seguí esos pasos. Cuando fui adolescente me di cuenta de que este trabajo era lo mío”.
Hoy sus compañeros, dicen que, para estar enlazados con la nueva realidad, usan la aplicación Remini, que sirve para mejorar o dar nitidez absoluta a las fotos. Esa plataforma es usada por policías e investigadores para corregir fotografías y videos de baja resolución. “Los deja nítidos y nos sirve para poder hacer un mejor trabajo”, comentó Calderón.