“Los niños volverán a las calles si no se despliega algún tipo de acción o servicio para que estén atendidos”. Eso opina Grace Vásquez, de la organización Desarrollo y Autogestión, que se enfoca en luchar contra el trabajo infantil, entre otras cosas.
Esto a propósito de que la Policía Nacional reforzó los patrullajes en sectores del sur de Guayaquil, para conminar a retornar a sus hogares a menores de edad, que circulen solos por las calles, después de las 23:00. La medida rige desde el domingo 1 de noviembre. Se dijo que para evitar que sean blanco de bandas dedicadas al microtráfico.
¿Qué opina de esta medida?
Hay que analizarlo a la luz de la seguridad de los niños y también desde el punto de vista de los derechos. Uno es el derecho a la movilidad. Habría que definir para niños de qué edades rige la restricción, hasta los 12 años o hasta los 11, como dice el Código de la Niñez pues de ahí en adelante son adolescentes. También habría que preguntarse ¿por qué no pueden circular? ¿Están en riesgo de ser raptados, de vincularse a actividades delictivas, al microtráfico?
Según la Policía es para evitar que corran esos riesgos…
Entonces la Policía debería enfocarse en las bandas delictivas que ponen en riesgo la seguridad en general. Habría que poner en blanco y negro las razones por las que se restringe la circulación de los niños, quiénes son los responsables frente a su seguridad y cuidado. La calle no es el lugar más propicio para que se desarrollen. Pero depende de si están en su barrio o en la cancha de fútbol o como en el caso de Quito, en La Mariscal.
¿Ese es un buen lugar para que los niños estén pasadas las 23:00 en Quito?
No es un buen lugar.
¿En Quito se debería pensar en una medida similar para zonas como La Mariscal?
Es algo que debería discutirse, no estamos preparados para restringir la libre circulación de niños y familias. No obstante si se debería abrir el debate sobre la situación de los niños que están en la calle o los que son explotados laboralmente. Sí aplican medidas como un seguimiento a los niños, procesos de acogimiento temporal, si están en trabajo infantil. El Municipio y el Ministerio de Inclusión Económica y Social deberían articularse para una respuesta integral.
Pero en La Mariscal hay niños que trabajan, en las noches.
Hay que analizar la situación en las que están, si son niños en situación de calle o trabajando nocturno es una violación de derechos y se debe trabajar con familias, no solo la Dinapen, también instituciones públicas y la sociedad civil, trabajar con los padres. Hay un grupo mínimo de niños que están en situación de calle que han roto vínculos familiares.
¿Son efectivas medidas como la restricción de circulación?
Aplicar una de estas medidas sin un consenso social y una articulación de instituciones no es viable. Habrá cuestionamientos al tema de derechos. Además si no se ofrece servicios para que estén atendidos, una acción con sus familias, volverán a la calle. Es algo cultural también, hay familias que tienen a sus hijos trabajando porque consideran que tienen que realizar alguna actividad laboral para que no sean vagos o no se conviertan en delincuentes.