Todos los años el 10 de diciembre se conmemora este día que coincide con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 1948. Foto: Miguel Párraga / EL COMERCIO
El Parque Centenario ubicado en las calles Lorenzo de Garaycoa y 9 de Octubre, en el centro de Guayaquil, fue el punto de encuentro de organizaciones sociales y colectivos que realizaron una marcha en conmemoración al Día Mundial de los Derechos Humanos. La actividad inició a las 10:20 de este domingo 10 de diciembre del 2017.
Todos los años en esta misma fecha se conmemora este día que coincide con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 1948.
Con globos, banderas, pancartas, tambores y comparsas, los marchantes iniciaron el recorrido a lo largo de la 9 de Octubre. En cada intersección se detuvieron para mostrar los mensajes alusivos a la fecha a los conductores y peatones que circulaban en esos momentos.
Con un megáfono en mano, Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, gritó consignas en favor de la mujer, de la diversidad sexual, de los adultos mayores, de la libertad de expresión y de la libre movilidad. Para el activista, hay muchos cambios en beneficio de los derechos humanos que se adoptaron en el país. Citó las políticas públicas del Gobierno que condenan la discriminación y también mencionó como positiva la recientemente aprobada Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
A su criterio, una de las tareas pendientes es lograr que desde la familia se construyan derechos. “Nos toca a nosotros como ciudadanos en nuestro entorno, en el universo de la familia construir derechos. Ese un aspecto que nos está faltando y por eso nosotros promovemos un lema que dice, “de la paz del hogar a la paz en el mundo”, dijo. El núcleo familiar es fundamental para generar libertades, equidad y armonía.
La caminata finalizó luego de 30 minutos en la Plaza San Francisco, a la altura de la calle Pedro Carbo. Allí desde una tarima, la Orquesta Sinfónica Performática de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, recibió a los asistentes entonando el Himno de la Alegría. Posteriormente inició un festival por más de 90 minutos que contó con la intervención de grupos folclóricos.
Con una gorra sobre su cabeza con los colores de la bandera de Venezuela, Ninoska Abreu observó de pie cada una de las intervenciones. Es oriunda de ese país y lleva radicada en Ecuador 18 meses. Salió de su lugar de origen por la compleja situación económica.
Contó que pudo ejercer su profesión de abogada y eso le ha permitido vivir aquí con su esposo y sus tres hijos. Pero lamenta que otros compatriotas no estén en las mismas condiciones favorables. “En nuestro país se vive una circunstancia fuerte, yo lo viví en carne propia y ahora está peor”, comentó.
Ella forma parte del colectivo denominado Venezuela por la Paz, que agrupa a aproximadamente 100 mujeres de esa nación que viven actualmente en Guayaquil. El Comité de Derechos Humanos Humanismo les ofrece asesoría legal y vela porque se les garanticen sus derechos. Una de las principales necesidades que tienen es el acceso al mercado laboral. También piden más facilidades para regularizar su situación en Ecuador.