El Cuerpo de Bomberos calcula que unas 30 hectáreas fueron consumidas por el fuego. Foto: Cortesía Bomberos Guayaquil
Las llamas corrieron rápidamente por la maleza que recubre uno de los últimos remanentes de bosque seco tropical de Guayaquil. A las 13:30 de este martes 24 de octubre del 2017 se reportó un incendio de alarma 4, en el Bosque Protector Papagayo.
La zona se ubica muy cerca del asentamiento popular de Monte Sinaí, al noroeste de la ciudad. Hasta el sitio se trasladaron 30 unidades y 200 bomberos.
Polo Terán, segundo jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, calcula que unas 30 hectáreas fueron consumidas por el fuego, aunque la cifra final podría ser mayor. La intensidad de los vientos de la tarde y el difícil acceso al lugar complicaron las tareas de control a cargo de la División Forestal.
El peligro fue mayor debido a que muy cerca del área de la emergencia se ubican varias casas de caña y madera. “Estamos protegiendo a las zonas pobladas cercanas. Hay un pequeño sector y tuvimos que poner una especie de muralla de contención, con carros para tratar de mitigar el fuego”, dijo Terán.
Una de las viviendas resultó afectada. El Cuerpo de Bomberos también envió tres ambulancias para atender a los niños y adultos que habitaban la casa destruida por el fuego. El Municipio y la Secretaría de Gestión de Riesgos se sumaron al operativo de ayuda.
El sol intenso de las últimas semanas en Guayaquil sería una de las posibles causas del incendio forestal. Sin embargo, los moradores del sector comentaron que en la mañana vieron a un grupo de personas que trasladaba tanques de combustible en una camioneta. La Policía investiga esa denuncia.
El 3 de agosto de 2012, mediante un decreto ministerial, se declaró área protegida al Bosque Protector Papagayo. Está cerca de la cooperativa Voluntad de Dios, en el sector Monte Sinaí, y fue creado para frenar el avance de los asentamientos humanos irregulares.
Esta zona protegida abarca 3 602 hectáreas. Es uno de los últimos refugios del Ara ambiguus guayaquilensis o papagayo de Guayaquil, el ave símbolo de la ciudad que está en peligro de extinción.