Guayaquil sigue recibiendo heridos de Manabí

Las personas rescatas de los escombros en Manta llegaron a la base aérea Simón Bolívar en Guayaquil este martes 19 de abril del 2016. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Las personas rescatas de los escombros en Manta llegaron a la base aérea Simón Bolívar en Guayaquil este martes 19 de abril del 2016. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Las personas rescatas de los escombros en Manta llegaron a la Base Aérea Simón Bolívar en Guayaquil este martes 19 de abril del 2016. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Fue una larga jornada para el personal militar de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) que transportó desde Manta a Guayaquil en el avión CASA 925 a doce heridos graves que fueron restados de entre los escombros la noche del terremoto, el sábado 16 de abril.

La tarde de este martes 19 de abril, a las 16:40, en pista de la Base Aérea Simón Bolívar, ubicada en el norte de Guayaquil, el personal militar abrió la puerta de la aeronave y no se conocía el estado en que llegaban 12 pacientes. Los primeros en salir desesperados y con prisa fueron sus familiares, mostraban preocupación, angustia mientras observaban el descenso de las camillas.

Los pacientes llegaron con fracturas de cadera, columna, tibia y peroné, de huesos orbitarios, traumas craneoencefálicos, politraumatismos en todo el cuerpo, así como a nivel de abdomen.

Con desesperación Josefa Pico, de 60 años, esperaba que su hija Glenda Mero, de 21 años, fuese colocada a la ambulancia del Cuerpo de Bomberos por personal militar para ser trasladada de inmediato al Hospital Luis Vernaza, donde iba a ser operada por la fractura que presentaba en su pierna derecha.

Las personas rescatas de los escombros en Manta y en estado grave llegaron a la Base Aérea Simón Bolívar en Guayaquil este martes 19 de abril del 2016. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

Josefa vio a la menor de sus diez hijos inconsciente y con suero en su brazo derecho y no pudo contener las lágrimas. Con la voz entrecortada recordó que la noche del terremoto se encontraba en su casa en el sector de Tarqui en Manta, y su hija, minutos antes del sismo, salió a comprar un yogur.

“Yo presentía que algo le iba a pasar, y le dije que no saliera, pero me contestó ‘mami no te preocupes que solo voy a comprar a la tienda’. Jamás pensé que iba a regresar casi sin vida en los brazos de un vecino”, contó. A Glenda le cayó una pared en su pierna derecha que le ocasionó la fractura.

Sin embargo, la preocupación de Josefa no termina ahí. Ella llegó a Guayaquil en el avión de la FAE para acompañar a su hija. Pero no conoce la ciudad ni tiene dinero. No solo la vida de su hija la tiene preocupada, está angustiada porque no sabe si los gastos del hospital correrán por su cuenta o si el Gobierno los asumirá.

12 personas en estado grave llegaron desde Manta a la Base Aérea Simón Bolívar en Guayaquil este martes 19 de abril del 2016. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

“Todos en Manta nos quedamos sin dinero, tras el terremoto y tampoco sé cómo voy regresar, luego que mi hija se recupere. Necesitamos que las personas nos ayuden”. En cambio Ángela Zambrano, esperaba a su madre María López, de 72 años, bajara de la aeronave. Con los ojos enrojecidos de tanto llorar, Ángela comentó que su madre sufrió una fractura en sus manos al caerle una pared encima.

Relató que el día del sismo se encontraba en la zona céntrica de Manta, y sus padres estaban con sus dos hijos menores en casa.

“Fue algo muy trágico. Mi mamá, quien sufre de artrosis, cuando sintió que la tierra se movía corrió a bajar los breques eléctricos y fue una pared le cayó sobre sus manos causándole de inmediato la fractura. Mi papá, de 81 años, estaba en la tienda con mis dos hijos y se refugiaron bajo una mesa. Cuando logré llegar a casa vi todo destruido, afortunadamente mi madre fue rescatada y mi padre logró salvarse junto a los niños. Gracias a Dios la tragedia no les quitó la vida”.

El capitán Carlos Rodríguez indicó que los 12 heridos son parte de un primer grupo, ya que se esperaba que el CASA 925 trasladara más heridos a Guayaquil.

Los pacientes fueron trasladados en ambulancias de la FAE, Ministerio de Salud, y Cuerpo de Bomberos, a diferentes casas de salud de Guayaquil. Hasta ayer en la mañana el Luis Vernaza había recibido 111 heridos del terremoto en Manabí.

Los familiares de las personas rescatas de los escombros en Manta se encuentran preocupados por el estado de salud de sus parientes.  Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO

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