La bodega incendiada no contaba con los permisos

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La alerta activó a todos los cuarteles del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil. Desde varios puntos llegó personal en sus autobombas, para sofocar el incendio. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Un incendio, ocurrido la noche del jueves 12 de junio, en el norte de Guayaquil, no solo causó alarma en los moradores de la popular zona, sino que creció con el pasar de las horas y contagió a otros sectores de la ciudad.

Una nube que se formó por el fuego hizo saltar las alarmas en el Puerto Principal, porque, al parecer, se trataba de una nube tóxica. A las 23:30 del jueves se declaró la emergencia y se convocó al Comité de Operaciones de Emergencia Cantonal. Este llevaba activado hasta ayer, por más de 17 horas.

Moradores de la Cooperativa Santa Adriana, en el km 6,5 de la vía a Daule, salieron presurosos de sus casas luego de escuchar explosiones y ver el fuego que se inició en una bodega de la empresa Ecuaquímica.

Las primeras versiones hablaron de que la nube tendría un radio de incidencia de 2,3 km y que, posiblemente, se podría expandir a 4 km, dependiendo del viento.

Ante la situación de alarma presentada, se decidió suspender las clases en los planteles fiscales y privados que se encuentran en los alrededores del sitio del incendio.

Ayer por la mañana, las calles del lugar -situado en el sector de Mapasingue este- continuaban cerradas al tránsito, mientras los miembros del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil seguían trabajando sobre los humeantes escombros.

Luis Rosado, morador, dijo que tenía irritados los ojos, la nariz y la garganta. “El olor a químicos en la zona es de casi siempre, porque hay varias empresas por aquí”.

María Gómez, quien salía hacia su trabajo, también se quejaba. “El olor a químico es bastante fuerte. En esta zona ha habido varios conatos de incendio. Pero hay que reconocer que muchas empresas se instalaron antes que las casas, por lo que las autoridades deben considerar reubicarlas”.
La central de llamadas de emergencia 112 recibió 26 pedidos de auxilio de habitantes de la zona afectada. Presentaban problemas de las vías respiratorias y varios de ellos fueron trasladados a hospitales.

Otros, en cambio, recibieron atención en sitios cercanos, dentro de las ambulancias tanto del Cuerpo de Bomberos como del Ministerio de Salud.

La misma noche del jueves, a través de un comunicado de prensa, la firma Ecuaquímica C.A., aclaró que no se trataba de un incidente en su fábrica, sino en una bodega temporal en donde no estaban almacenados químicos, sino productos veterinarios y alimentos para mascotas, aves, vacunos y afines, en distintos empaques.

El Comité de Operaciones de Emergencia cantonal tiene otra opinión. Este se instaló a poca distancia, en la sede de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil desde las 23:32 del jueves.

Según su director, Gustavo Zúñiga, “son productos tóxicos que generaron un coctel de elementos y un encapsulamiento del material. Imagínese todos estos químicos mezclados: pesticidas, garrapaticidas... son químicos, son tóxicos. ¿Qué estamos haciendo, fabricando una bomba?”.

También reveló que la bodega no contaba con los permisos del Cuerpo de Bomberos “peor del Municipio, ya que no se les ha otorgado la tasa de habilitación ni han pasado por la inspección de los bomberos”.

El Cuerpo de Bomberos tomó muestras de los productos existentes en el lugar, para que fueran analizados en un laboratorio y tratar de determinar qué tipo de material era el que estaba almacenado.

En tanto, el fiscal del Guayas, Paúl Ponce, dijo en rueda de prensa que inició una investigación para conocer el origen del incendio y sus responsables, para, posteriormente, tomar las medidas necesarias.

También se determinará si el incendio tuvo consecuencias negativas para el medioambiente. “Es lamentable que tengan que suceder situaciones como estas para darnos cuenta de que funcionan empresas que podrían causar problemas, incluso contra la vida”.

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