Esplanade es el buque más grande que llegó al país, para 14 000 TEU. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El gigante APL Esplanade marca un récord como el buque portacontenedores de mayor tamaño en atracar en los puertos de Ecuador. La nave, operada por la naviera CMA CGM, tiene una eslora de 368,62 metros y 52 m de manga, de la denominada clase Neopanamax.
Su longitud equivale a cuatro canchas de fútbol y la altura a un edificio de 15 pisos. Por su tamaño, se lo observa desde las vías que conectan con la isla Trinitaria, donde está el Terminal Portuario de Guayaquil (TPG), donde atracó el jueves 16 de enero de 2020.
El hecho marca un hito histórico y una nueva era para que este tipo naves llegue a los puertos de Guayaquil. Esto solo fue posible con la profundización del canal de acceso marítimo a los puertos de la ciudad, ubicados en el sur, entre ellos TPG, Bananapuerto (Naportec), Fertisa, Simón Bolívar (operado por Contecon) y Andipuerto.
“Este es el tipo barco de la región, es el futuro. Ahora se abre una etapa para estos barcos”, dijo Javier Moreira, presidente de la Cámara Marítima del Ecuador (Camae), que también es gerente regional de CMA CGM.
Antes de su llegada, el buque más grande que había entrado a Guayaquil fue el Svendborg Maersk, de 346,98 m de eslora y 42,8 m de manga, a Contecon, el 28 de noviembre del 2019.
Ayer se realizó un acto de recibimiento del APL Esplanade y la inauguración de la obra del dragado, que comenzó en enero del 2019. La contrató el Municipio de Guayaquil, una vez que el exalcalde Jaime Nebot asumiera la competencia.
La vía marítima de 92 km fue dragada por Canal Guayaquil, filial de la empresa de origen belga Jan De Nul, a través de Alianza Pública Privada. Se hizo en nueve meses; el contrato era para dos años, dijo Dominic Louis de Prins, delegado de la compañía.
La profundidad del canal pasó de 9,5 m a 12,5 y 13 m, con beneficio de marea. También se destruyó la zona rocosa conocida como Los Goles. La inversión fue de USD 100 millones, que ahora la contratista recuperará mediante el cobro a las navieras de una tasa de uso de USD 0,62 por Tonelaje de Registro Bruto (TRB).
Marianella Ubilla, gerenta de Agzulasa, envió contenedores con banano en este barco que presta servicio al Asia. Dijo que la llegada de buques de mayor capacidad tiene ventajas. Hay más espacio, mejora el costo de fletes y reduce el tiempo de llegada. “También la ventaja es que ganamos calidad, son dos días menos de tránsito y menos puertos de transbordo, por ende hay menos riesgo de que los contenedores refrigerados no sean conectados”, añadió.
Según Moreira, los últimos 5 años han marcado el desarrollo de la industria portuaria, que vuelve al país más competitivo. “La libre competencia favoreció las inversiones públicas y privadas”. El sector ha sido de los más dinámicos, con la modernización de infraestructura en los puertos de Guayaquil, en Posorja, donde DP World construyó el primer puerto de aguas profundas; Manta y Puerto Bolívar.
Sergio Murillo, presidente de la Asociación de Puertos Privados (Asotep), señaló que solo en Guayaquil se han invertido más de USD 700 millones en los últimos años. De ese monto, la mitad corresponde al sector privado. El 2019 se movilizaron 2,2 millones de TEU (medida de un contenedor de 20 pies), dijo. “Nuestra ciudad puerto está lista para recibir el aumento portuario de los próximos 20 a 25 años”. Ahora hay una capacidad instalada de 5 millones de TEU.
Luis Enrique Navas, gerente de TPG, dijo que el puerto se preparó para operar con el dragado, la profundización del muelle de atraque, grúas y otras obras. La inversión en dos años fue de USD 25 millones.