Al menos 135 personas murieron en un deslave que enterró decenas de casas el jueves (1 de octubre de 2015) en las afueras de la capital de Guatemala. Foto: AFP
Guatemala decretó hoy (5 de octubre) tres días de duelo nacional por las víctimas del devastador alud producido la noche del jueves en un municipio vecino a la capital guatemalteca y cuyo número de muertos suma hasta ahora 135, mientras continúa la búsqueda de unos 300 desaparecidos.
De acuerdo con la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN), el decreto señala que a partir de este lunes se guardarán tres días de “duelo nacional” por “la irreparable pérdida de vidas humanas” en la comunidad de El Cambray, en el municipio de Santa Catarina Pinula, donde ocurrió el siniestro.
El decreto fue publicado por el Diario de Centroamérica oficial este lunes, de acuerdo con la estatal Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN).
En dicho municipio desde el sábado se intensificaron los servicios funerarios y exequias a las víctimas. Familias completas son inhumadas en el cementerio local, aunque otros fallecidos han sido trasladados a otras zonas del país, de donde eran originarios.
El suceso también ha servido para constatar la migración del campo a la ciudad que obliga a muchas familias a buscar un lugar para vivir en las márgenes de la metrópoli debido a su pobreza.
Entretanto, este lunes las autoridades reactivaron por cuarto día consecutivo la operación de búsqueda de cadáveres mediante la movilización de tierra con maquinaria pesada.
El presidente Alejandro Maldonado ordenó ayer proseguir con la búsqueda pese a que la noche del domingo se cumplieron las 72 horas durante las cuales se considera posible hallar supervivientes, según los protocolos internacionales.
La noche del pasado jueves (1 de octubre) un cerro se partió en dos y el alud arrasó con al menos 125 viviendas. El arzobispo de Guatemala, monseñor Julio Vian, expertos y ambientalistas han levantado su voz responsabilizando de la tragedia a autoridades municipales por permitir licencias de construcción de casas o no atenuar los riesgos en áreas bajo amenaza de desastres.
El suceso también provocó reacciones de solidaridad internacional. Desde ayer domingo, el papa Francisco ofreció una oración por las víctimas de Guatemala.
También el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó sus condolencias y envió un mensaje de solidaridad. Este lunes, el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó a Guatemala su “más profundo sentimiento de solidaridad” y también su “cooperación irrestricta” para afrontar la crisis provocada por el devastador alud.
De acuerdo con una nota difundida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Maduro dijo que pone a disposición del “hermano pueblo y Gobierno de Guatemala en lo que requiera y solicite ante esta difícil situación”.
En las labores de búsqueda y rescate de víctimas en la aldea el Cambray II participa una delegación del gobierno de México, que representa la primera asistencia internacional en el desastre.
El comandante de la operación de búsqueda de cuerpos, el médico Sergio Cabañas, dijo que Guatemala cuenta con lo necesario y solicitará ayuda en el momento en que la dificultad rebase sus capacidades. Cuba, El Salvador y Estados Unidos ofrecieron cooperar con equipos especializados.