Un grupo de taxistas golpeó a dos jóvenes en un confuso incidente

Un grupo de taxistas y dos jóvenes habrían protagonizado una pelea por un supuesto robo, en el sur de Quito. Foto: Imagen referencial, Archivo/ EL COMERCIO

Un grupo de taxistas y dos jóvenes habrían protagonizado una pelea por un supuesto robo, en el sur de Quito. Foto: Imagen referencial, Archivo/ EL COMERCIO

Un grupo de taxistas y dos jóvenes habrían protagonizado una pelea por un supuesto robo, en el sur de Quito. Foto: Imagen referencial, Archivo/ EL COMERCIO

En un lado, un grupo de taxistas que aseguraba que dos jóvenes habían asaltado a un compañero y, en el otro, los dos agredidos, quienes negaban las acusaciones. La tarde de este jueves 25 de febrero del 2016, un juez de la Unidad de Flagrancia de Quito escuchó los relatos de ambas partes.

Según el taxista, que asegura fue asaltado, un joven de unos 18 años le hizo una carrera hacia el sector de Chillogallo, en el sur de Quito. El desconocido se habría embarcado solo, pero unas pocas cuadras antes de llegar al destino, el joven hizo parar el vehículo para que ingrese un amigo. Entonces, dice, que minutos después, uno de ellos sacó un cuchillo y, mediante amenazas, le robó el celular y USD 60.

Los dos desconocidos tomaron las cosas y salieron del vehículo. Pero el chofer los siguió y notó que ingresaron en un restaurante de pollos asados. Antes de ingresar y confrontar a los supuestos atacantes llamó por la radio a otros compañeros taxistas. En grupo ingresaron al local y se inició una gresca.

Los conductores golpearon con puñetes, correas y palos de escoba a los que identificaron como supuestos ladrones. Ellos también agredieron a los taxistas.

En ese momento llegó personal de la Policía Judicial que detuvo las agresiones y arrestó a los dos jóvenes. Durante el registro a ninguno de ellos les encontraron las cosas robadas. No tenían ni el teléfono ni el dinero y menos el cuchillo.

Además, los muchachos negaron que fueran los autores de asalto y dijeron que incluso habían terminado de jugar fútbol cuando acudieron al restaurante.

El juez ordenó la inmediata libertad de los jóvenes, pero abrió una investigación sobre el asalto. Los chicos dijeron que no presentarán una denuncia por la agresión.

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