La influenza aviar A(H5N1) representa un riesgo epidemiológico. La razón es su capacidad de adaptarse a mamíferos y la alta letalidad.
Al listado de riesgo se suma la reciente detección del padecimiento en humanos en América.
Más noticias
Gripe aviar y el panorama en Ecuador
Desde 2022 y hasta el 2 de diciembre de 2024, se notificaron 61 infecciones humanas causadas por influenzas aviar A(H5N1) en cuatro países de las Américas.
De ese grupo, 58 casos se registraron en Estados Unidos, uno en Canadá, uno en Chile (marzo 2023) y uno más en Ecuador (enero 2023).
El Ministerio de Salud Pública de Ecuador detalló que los pacientes tuvieron exposición a aves o ganado en instalaciones donde se había detectado el virus influenza aviar altamente patógena.
Las personas más afectadas corresponden al rango etario de 18 a 50 años. El grupo identificado es el 2.3.4.4b y B3.13.
El contagio entre personas de la influenza aviar
Hasta el 2 de diciembre de 2024, la transmisión del virus de influenza aviar (A8H5N1) entre personas no ha sido notificada.
En Ecuador, el Ministerio de Salud indicó que con corte 19 de diciembre de 2024, no hay casos en humanos.
El virus se contagia por las vías respiratorias y de forma oral. Se multiplica, inicialmente, en las mucosas. Luego, en el tracto respiratorio y digestivo.
Alertas a tomar en cuenta con la gripe aviar
Las aves enfermas eliminan el virus por las secreciones de nariz, boca, ojos y por las heces.
Las cepas altamente patógenas se replican en todo el organismo, pueden seguir activos durante largo tiempo en heces infectadas, tejidos y agua.
Según datos de Agrocalidad, el virus se encuentra principalmente en gallinas, pavos, patos y otras especies.
Las variedades silvestres acuáticas son reservorios de virus (asintomáticas) y pueden llevarlo en el tracto respiratorio o intestinal.
Desde Agrocalidad pidieron a los candidatos para las elecciones 2025 que se abstengan de entregar aves y otros animales en pie. Esto por las prácticas que suelen darse en las campañas.
Cuidados en criaderos
Los responsables de avícolas y otros espacios relacionados deben controlar y restringir el ingreso y salida de personas. Lo propio con equipos, materiales e indumentaria.
Evitar la introducción a la granja o galpones de aves de otros espacios o de estatus sanitario desconocido.
Evitar el contacto con especies silvestres, migratorias y de corral, colocando mallas.
Proteger los depósitos de agua localizados en el exterior de los galpones, del contacto con aves silvestres y migratorias.
Del mismo modo, se debe lavar y desinfectar los vehículos y jaulas utilizadas en el transporte antes del desplazamiento.