Gremios plantean mejoras si sube el pasaje en Quito

Los correteos entre buses son frecuentes en las calles que bordean la estación de La Marín, en el Centro. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Los correteos entre buses son frecuentes en las calles que bordean la estación de La Marín, en el Centro. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Los correteos entre buses son frecuentes en las calles que bordean la estación de La Marín, en el Centro. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Regresar a los buses de ‘solo sentados’ que operaban en la capital hace más de 16 años es una de las alternativas que plantean los transportistas urbanos de Quito, con miras a mejorar la calidad del servicio.

Giovanni Yánez, gerente de Translatinos y líder del gremio, indica que otra de las propuestas es generar, con ayuda de contadores electrónicos, un sistema de semáforos en las unidades de transporte.

Así, por ejemplo, si la capacidad máxima de un bus es de 80 pasajeros, el semáforo marcará verde hasta cuando haya 60, amarillo si hay hasta 75, y rojo cuando llegue a 80.

Con base en esas cifras, la autoridad podrá subir las frecuencias en ciertos trayectos.

Estas alternativas están condicionadas a una eventual alza del costo del pasaje en el Distrito. Los transportistas sostienen que para poder aplicarlas se necesitan recursos y en el momento trabajan a pérdida.

Los transportistas proponen que se habilite el pago con tarjetas de débito y crédito o con dispositivos celulares.

Además, Yánez señala que ha hecho un pedido a la Asamblea para que la capacitación a los choferes profesionales pase de seis meses a dos años, de modo que los conductores puedan realizar más horas de práctica y desarrollen las destrezas necesarias para brindar un buen servicio.

Plantean, también, la necesidad de hacer evaluaciones periódicas a los conductores.

Esas propuestas se dan en medio de un diálogo que no logra concretarse. Del un lado, el gremio del transporte presiona a la autoridad con racionalizar el servicio y, por el otro, el Municipio dilata la toma de decisiones respecto del alza del pasaje y del pago de compensaciones.

Jorge Yánez, presidente de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano de Quito, contó que luego de la reunión que mantuvieron con funcionarios de la Secretaría de Movilidad el lunes, 18 de junio del 2018, aún no se ha tomado una decisión firme sobre el pedido del gremio.

Los transportistas piden que se trate en el Concejo Metropolitano el tema del alza del pasaje y se lo fije en USD 0,42, que se cancelen las compensaciones de tres meses que quedaron pendientes, y que se retome el pago de estas hasta que se defina el incremento.

El dirigente aseguró que si no hay una respuesta hasta el jueves van a convocar a una asamblea este viernes, para afinar detalles y racionalizar el servicio desde el 25 de junio, “porque no pueden seguir operando así”.
En el Distrito circulan 2 850 buses que forman parte de 61 cooperativas.

Según Yánez, todas las unidades se unirán a la medida de racionalización que consiste en suspender el servicio por determinadas horas. Si por algún motivo no pueden racionalizar, dijo Yánez, analizan la posibilidad de entregar sus permisos de operación.

Para Alfredo Viteri, experto en movilidad, el pedido del gremio es legítimo, pero lamentablemente el tema se ha politizado. “Sea cual sea la solución, se debe garantizar la calidad del servicio”, dijo. Según la Agencia Metropolitana de Tránsito, las principales quejas de los usuarios tienen que ver con no respetar las paradas y llevar pasajeros en exceso.

A las 08:30 del viernes, un bus de la Cooperativa San Carlos que cubre la ruta Los Dos Puentes, subió a 65 personas de pie, pese a que un letrero indicaba que la capacidad era de 45 pasajeros parados. Los gritos del controlador de: “Siga, atrás está vacío”, despertaron quejas por parte de la gente.

Un bus tiene 36 m² de superficie total (incluido el espacio que ocupan las sillas) y la norma establece que en cada m² pueden viajar máximo nueve personas. Sin embargo, en Quito, viajan al menos 10.

Para Sergio Garnica, concejal de la Comisión de Movilidad, la calidad del servicio debe ser el eje central de cualquier decisión. Contó que en la mesa de diálogo convocada por el Alcalde la semana pasada, se habló sobre la necesidad de solucionar dos temas: la revisión del pasaje y qué va a pasar con la compensación. “Nose pude eludir la toma de decisiones”, concluyó.

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