Imagen aérea del 16 de agosto de 2019 con una vista general de Samboja, Kutai Kartanegara, una de las dos ubicaciones propuestas por el gobierno de Indonesia para la nueva capital. Indonesia eligió el extremo oriental de la isla de Borneo cubierta de jungla para su nueva capital, dijo el presidente Joko Widodo el 26 de agosto de 2019, mientras el país busca alejar su corazón político de la megalópolis congestionada de Yakarta. Foto y Video: AFP
El presidente indonesio Joko Widodo anunció el lunes, 26 de agosto del 2019, que un lugar del este de la isla de Borneo fue elegido para mudar ahí a la capital política del país desde la actual Yakarta, megalópolis amenazada por las aguas y cuyo suelo se deshace por el peso de los edificios.
El sitio ha sido elegido “porque presenta un riesgo débil de desastre natural”, como inundación, terremoto, tsunami o erupción volcánica, subrayó el presidente. Una gran parte del territorio indonesio está situado en el cinturón de fuego del Pacífico.
El nuevo lugar en la provincia oriental de Kalimantan (parte indonesia de Borneo) fue elegido “en segundo lugar porque su localización es estratégica, está en el centro de Indonesia”, agregó.
El sitio propuesto, entre las ciudades de Balikpapan y Samarinda, está ubicado en una región de bosque tropical dotado de una gran biodiversidad. La futura capital no ha sido aún bautizada oficialmente.
Las instituciones gubernamentales empezarían a mudarse a la nueva capital a partir de 2024, según el ministro de planificación Bambang Brodjonegoro.
El anuncio de la nueva capital se produce mientras crecen las inquietudes sobre Yakarta, que se hunde bajo las aguas, en parte por el nivel del mar en pleno ascenso.
Al ritmo actual, un tercio de la ciudad podría desmoronarse y acabar bajo las aguas para 2050, según expertos medioambientales. Pero aunque deje de ser la capital de Indonesia, gran parte de sus 10 millones de habitantes –30 millones con las zonas aledañas — están condenados a permanecer en la megalópolis.