El domingo 19 de enero del 2020, las brigadas del plan Toda Una Vida realizaron visitas en la parroquia Juan de Velasco, Chimborazo. Foto: Cortesía / Presidencia
A raíz del paro nacional de octubre, el Gobierno estableció una política de trabajo territorial, con el objetivo de “estrechar lazos con las comunidades”. A la par, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) arrancó un proceso de fortalecimiento de sus bases, también apelando a visitas a las parroquias.
En casi tres meses, cada uno avanzó a su propio ritmo y Quito dejó de ser la sede permanente de varios ministros.
En el caso del Gobierno, entre el 23 de noviembre del 2019 y el 15 de enero pasado se realizaron 212 visitas de las Brigadas Toda Una Vida, en 22 provincias. Según la Secretaría de Gabinete de la Presidencia, se efectuaron “más de 133 000 atenciones a ciudadanos”.
La Conaie no tiene un registro de las visitas a comunidades, pero según el área de comunicación de la organización, recorrió buena parte del territorio nacional. Desde noviembre pasado, en sus redes sociales la Confederación compartió imágenes de 16 encuentros en siete provincias. Aunque se aclaró que esas no son todas las visitas. Allí, la dirigencia indígena dio su lectura de las movilizaciones y difundió la propuesta económica que entregaron al Gobierno.
Las visitas del Gobierno, en cambio, tienen dos objetivos. En primera instancia, asistir a las personas de “las zonas más remotas del país”, con atenciones en salud, odontología, servicios de cedulación, entrega de ayudas técnicas y préstamos de BanEcuador.
El segundo objetivo es continuar con el proceso de diálogo con las comunidades y levantar información que permita definir la focalización del subsidio a los combustibles.
Juan Sebastián Roldán, secretario de Gabinete, indicó que en las brigadas se recaban datos para conocer la cadena de producción en el campo, el número de intermediarios, el costo al que venden los agricultores…
En lo que va del 2020 el Ejecutivo concretó 152 brigadas, esto evidencia una mayor presencia del Gobierno en las comunidades. Entre noviembre y diciembre del año pasado se realizaron 60 visitas.
La Conaie, en cambio, abrió espacios para concretar acuerdos con sectores sociales. El 4 de enero pasado, Jaime Vargas, presidente de la organización, participó en un encuentro organizado por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT). La cita se llevó a cabo en Esmeraldas.
El 19 de diciembre pasado, Jaime Vargas, presidente de la Conaie, vistió Santa Isabel, en la provincia de Azuay. Foto: Cortesía Conaie
El dirigente ratificó que además de fortalecer las bases indígenas, la Conaie intentará sellar acuerdos con asociaciones de mercados, campesinos, transportistas, sindicatos, entre otros actores, con miras a conformar un ‘frente social y político’ de cara a las elecciones del 2021.
Para el analista Napoleón Saltos, la estrategia del Gobierno es llegar a las comunidades con programas de asistencia, pero cree que lo que se busca es “debilitar” al movimiento indígena. La Conaie, en cambio, busca consolidar su postura de octubre, como una suerte de “poder paralelo”, con el objetivo de que se extienda en términos territoriales.
La dirigencia de la Conaie y el Gobierno no han avanzado en el proceso de diálogo. Roldán refirió que han conversado con representantes de otras organizaciones indígenas, como la Feine y la Fenocin.
El Gobierno dispuso que los miembros del Gabinete “apadrinen” una brigada. Los ministros visitarán diferentes poblaciones, al menos ocho veces en los próximos dos meses.
Gustavo Isch, consultor político y catedrático, cree que las visitas obedecen a la necesidad del Gobierno de asentarse políticamente en el tramo final de su periodo. Además, se busca minimizar la posibilidad de un nuevo evento como el de octubre pasado.