Un oscuro primer trimestre

El primer trimestre de este 2015 pasará a la historia del correísmo como uno de los más críticos en lo político.

Catorce semanas en las cuales la leyenda del jaguar perdió sustancia para quedar únicamente como una ingeniosa pieza publicitaria condenada al archivo mientras los apuros económicos persistan. Tres meses de sobresaltos oficialistas y de duras decisiones que han marcado la popularidad de quienes gobiernan.

La situación económica, como teflón de un gobierno imbatible, se ha deteriorado y la ciudadanía ve las costuras a su líder con mayor desaliento.

A los recortes gubernamentales de inicios de año llegaron las sobretasas arancelarias para equilibrar el hueco presupuestario. Esas medidas no bastan y eso es lo que preocupa, pues el crédito externo -muy caro- al que apunta Ecuador parece que no llegará con facilidad.

Así, el Presidente entró a la fase más sensible del ajuste: cortar de un plumazo y en una sola sabatina cualquier reclamo sobre la gigantesca deuda del Estado al IESS por salud y enfermedades catastróficas (USD 1 749 millones).

Ello sin contar con la reforma legal para eliminar la obligación del Estado de garantizar el 40% del aporte a las pensiones jubilares, bajo el argumento de que no caben más subsidios.

Estas desventuras económicas han generado un ambiente más crítico hacia la gestión integral del Régimen. Por eso la marcha de hace 15 días fue contundente y diversa: desde la libertad de expresión y la carestía de la vida hasta las libertades sexuales.

Incluso la oposición, que sin tener una estrategia clara de unidad, comienza a intranquilizar a los operadores políticos de Alianza País. La plaza San Francisco no se llenó una sino dos veces por ciudadanos y dirigentes sociales. Guillermo Lasso y César Montúfar se propusieron debilitar el ‘diálogo’ verde sobre las enmiendas constitucionales y Mauricio Rodas, Jaime Nebot y Paúl Carrasco hacen de la fanesca el símbolo de un acuerdo político que pudiera dar una sorpresa.

Suplementos digitales