Una pista de obstáculos, tres caminadoras y una piscina cubierta. Estas son las herramientas que hay en un gimnasio para mascotas, en el norte de Quito. Lo que primero suelen hacer las mascotas en la pista son ejercicios de destreza, agilidad y obediencia. Los canes saltan por barras, que son plásticas para evitar que se lastimen si se golpean al brincar.
En la denominada pirámide suben y bajan por dos tablas que están colocadas en forma de triángulo. Este es un ejercicio de esfuerzo y resistencia.
La actividad física también se desarrolla en una manga, que es un tubo de plástico en el que los animales tienen que entrar y salir por el otro extremo.
El tiempo que duran los ejercicios dependen de la raza. Por ejemplo, si se trata de perros labradores o golden retriever, la rutina demora 30 minutos, pero si se trabaja con un perro pequeño o que tienen problemas respiratorios, como es el caso del bóxer o el bulldog, lo ideal es no superar los 20 minutos.
Según Dolores Villacís, directora médica del Hospital Veterinario MediPet, la actividad física es muy importante en los perros, porque disminuye la ansiedad y tienen buena conducta. Además, previene el sobrepeso y problemas articulares en las razas grandes como los san bernardo, mastines y pastores alemanes.
Tras finalizar los ejercicios en la pista, el escenario cambia por completo. Los perros ingresan a una gran habitación donde están las caminadoras.
Entre ellos aparece Teo, un beagle de 7 meses, que apenas lleva una semana en el campamento. Mientras lo huele, es sujetado con una pechera a la máquina y de inmediato inicia la caminata. Teo no coordina los movimientos y se desespera; en cinco minutos se suspende el ejercicio.
Dávalos explica que esto es normal, porque a los animales les puede tomar hasta 20 días acostumbrarse. Tampoco es conveniente forzarlos porque se angustian y dejan de mover sus patas, lo que les puede provocar lesiones.
Cuando los canes ya están familiarizados el trabajo es mucho más fácil, porque se adaptan de forma natural al ritmo de la máquina. Ese es el caso de Rufo, que tiene 5 años. Este perro se ejercita en la caminadora entre 30 y 40 minutos, por lo que ya está acostumbrado.
Los perros de raza pequeña como los schnauzer hacen ejercicios en la caminadora hasta 40 minutos, mientras que los grandes resisten una hora.
Si la idea es que las mascotas bajen de peso, lo que se hace es inclinar las caminadoras levemente para que tengan una mayor exigencia. En este caso el ejercicio se puede extender hasta una media hora.
La última etapa se lleva a cabo en la piscina. Esta es la actividad que más les agota y les desestresa. En el borde de la alberca está Vodka, una bóxer de cinco años. La perra se lanza al agua, toma un juguete y lo saca a la superficie. Este ejercicio dura 30 minutos.
Hay perros, como los bulldogs, que tienen que usar un chaleco. Esta raza tiene patas cortas y huesos pesados y les resulta difícil nadar.
La piscina debe tener máximo 1,5 m de profundidad y el agua puede estar a 25°C.
El agua debe ser limpiada tres veces a la semana y sin mucho cloro, para no irritar la piel.
El uso del gimnasio cuesta USD 110 al mes. En Quito hay al menos tres centros.
Los canes no deben haber comido mínimo una hora antes de hacer ejercicio.
El trabajo en el gimnasio libera el estrés cuando viven en espacios cerrados.
Los especialistas recomiendan que las mascotas se ejerciten todos los días.