Un promedio de 30 réplicas por día es lo que se ha detectado en los últimos cinco días, tras el terremoto del 16 de abril del 2016, que alcanzó los 7.8 grados en la escala de Richter y que afectó parte de la Costa ecuatoriana, principalmente las provincias de Manabí y el sur de Esmeraldas. Esta cantidad se irá disminuyendo, pero no se puede determinar en qué tiempo ocurrirá.
Así lo explica Mario Ruíz, director del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG), quien cuenta que un día después del terremoto se registró 239 réplicas. Esto demuestra que el número al igual que la magnitud de los sismos han bajado, pero no descarta que puedan ocurrir sismos ocasionales de mayor magnitud.
Los movimientos han sido menores de 5 grados de magnitud. El más fuerte en esta semana fue el de ayer, lunes 2 de mayo, que fue registrado en Mompiche, provincia de Esmeraldas, que alcanzó esa magnitud.
Esto es común después de un fenómeno natural como el que ocurrió, dice Ruiz. Poco a poco, baja la frecuencia y después se mantiene así por varios meses. En eventos similares se ha detectado la permanencia de estos movimientos de cinco a seis meses.
Habrá réplicas todos los días, dice Esteban Hernández, sismólogo del IG, y es complicado saber con seguridad hasta cuándo seguirá presentándose este fenómeno. La última vez que hubo un sismo mayor a 6 grados de magnitud fue hace una semana y media. Desde el sábado 16 de abril hasta hoy (cerca del mediodía), 3 de mayo, se han registrado 1 190 réplicas.