De los 120 filmes que constan en la programación de Encuentros del Otro Cine (EDOC) tan solo tres son dirigidos por guayaquileños: ‘La deuda’, de José Yépez; ‘Cesar’s grill’, de Darío Aguirre; y ‘El diari de Mónica’, de Priscilla Aguirre (en codirección con una española: Alejandra Zolezzi). EDOC es el festival de cine documental más importante del Ecuador que arranca el próximo 22 de mayo.
La escuálida presencia de directores guayaquileños en la próxima edición de los EDOC evidencia la consecuencia de una baja producción de documentales en esa ciudad.
Según datos del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine), el 2013 se dieron USD 331 000 para 15 proyectos de documentales.
Ninguno de ellos le pertenece a un guayaquileño. Tampoco se percibe su presencia en los dos filmes de este género que, en el 2012, fueron estrenados en las salas comerciales del país (‘La muerte de Jaime Roldós’, codirigido por el portovejense Manolo Sarmiento y la puertorriqueña Lissandra Rivera; y ‘Estrella 14’, del quiteño Santiago Paladines).
Eso sí, en círculos ajenos a los comerciales, resuenan con fuerza los trabajos documentales de los guayaquileños Pedro Villegas, Fernando Mieles, José Yépez, Billy Navarrete, Pedro Intriago, entre otros.
Para el guayaquileño Villegas, director del documental ‘El camino de los demonios’, los fondos que entrega el CNCine representan una fuente de financiación importante para concretar proyectos documentales en Guayaquil. Sin embargo -percibe Villegas- el problema es de forma: “En los documentalistas guayaquileños aún existe desconocimiento de la manera de proceder para acceder a los fondos concursables del CNCine”.
Adriana Tamariz, del CNCine, asegura que la última charla en Guayaquil que se dio respecto a los modos de aplicar a los fondos concursables fue el año pasado. “El CNCine ha impulsado muchísimo la producción y se ha concentrado bastante en Pichincha”.
Además señala: “Nos encantaría tener una descentralización y llegar a más provincias. Generalmente la convocatoria llega en un porcentaje bastante superior en Pichincha, algo en Guayaquil, Manta y la cuarta ciudad es Cuenca”.
Sin embargo, aclara Tamariz, el CNCine ha abierto otras vías para difundir las formas de presentar los formularios para los fondos concursables. Entre esos, un tutorial que consta en la página web de la institución.
Johanna Cedeño, quien la semana pasada presentó su documental ‘El fasto castillo de Guayaquil’ en el festival Ecuador Bajo Tierra, observa que la poca producción guayaquileña de documentales también obedece al mínimo apoyo financiero que presta el Municipio local a producciones, pese a que no ha desatendido la organización de certámenes para exhibirlos.
La escasa oferta académica relacionada a la producción de documentales es otro de los problemas. La guayaquileña Priscilla Aguirre realizó su maestría en Documental Creativo en la Universidad Autónoma de Barcelona, y fue en el marco de su masterado que ganó un ‘pitching’ y, en conjunto entre la universidad y TV Cataluña, financiaron con 3 000 euros el documental que presentará en los EDOC.
Aguirre asegura que existen vías alternativas que los realizadores guayaquileños pueden emplear para financiar sus proyectos, como los fondos de Ibermedia, IDFA Bertha Fund, Latin America Media Arts Fund del Instituto de Cine de Tribeca, entre otros.
Y no cree que el predominio de la ficción sobre el documental sea un asunto que solo se da en la escena artística guayaquileña.
“La ficción está sobrevalorada y es como el sueño dorado de quien estudia cine. Pasan mucho tiempo intentando un día pegar con una gran ficción y a veces le dan la espalda a historias increíbles que tenemos en la realidad. Se sigue creyendo que el documental es un formato menor, se desconoce todas las posibilidades narrativas que ofrece”, asegura Aguirre.
‘César’s Grill’, de Darío Aguirre. Los malos negocios son el karma del papá de Darío. Un día lo llama para pedirle un préstamo. El filme se desarrolla en torno a una expectativa.
‘El diari de Mònica’, de Priscilla Aguirre. En la gráfica aparece una imagen de video que muestra a una Mónica de 12 años. Fue captada delante de una ventana.
‘La Deuda’, de José Yépez. A inicios de los 80, el proyecto hidroeléctrico Daule Peripa inundó 27 000 hectáreas comunales de tierra en Los Ríos y Guayas. Hoy, la lucha se mantiene.