La gastronomía impulsa el turismo en la provincia de Manabí

En Crucita se desarrolló el Festival del Marisco durante el feriado pasado.

En Crucita se desarrolló el Festival del Marisco durante el feriado pasado.

En Crucita se desarrolló el Festival del Marisco durante el feriado pasado.

En Manabí se decidió promocionar la cultura, comida típica y los balnearios turísticos a través de 25 festivales gastronómicos para todo el año. La idea nació en las zonas rurales.

Un informe de la Cámara Provincial de Turismo indicó que en el 2015, las zonas rurales recibían un promedio de 20 000 turistas anuales. Pero para el 2017, la cifra aumentó a 60 000, especialmente en sectores como el humedal de La Segua (Chone) y las playas de San Matero y Santa Marianita (del cantón Manta).

A criterio del sector turístico, las visitas aumentaron porque los festivales se organizaron durante los feriados. Cada programa también se promocionó en redes sociales.

En este último feriado de Semana Santa se realizó en Canuto (Chone) el Festival de la Catanga y el Cacaño, en las cabañas del Toto.

Raúl Rodríguez, gerente de ese balneario, señaló que el cacaño es un camarón que se da en los ríos de Chone. En ese festival se vendieron cerca de 500 platos y asistieron unos
1 000 turistas de Quito, Guayaquil, Manabí y Santo Domingo. En Crucita, en cambio, se desarrolló el festival del marisco, que convocó a 4 000 turistas, el fin de semana pasado.

Un informe del Ministerio de Turismo, hasta noviembre de 2017, mostró que Manabí obtuvo USD 27 961 190 por las visitas nacionales. Esa cifra fue un 20% mayor a la del 2015 y 30% más que en el 2016.

La iniciativa de estas citas gastronómicas nació en el 2016 en diferentes localidades de Portoviejo, Manta, Chone, San Vicente y Pedernales; luego del terremoto del 16 de abril que afectó en mayor cantidad a Manabí y Esmeraldas.

Ese año, los turistas empezaron a visitar frecuentemente a la provincia para ayudar a las más de 400 familias que se dedicaban al turismo y que resultaron afectadas con el sismo.

Según la Cámara Provincial de Turismo, hasta el 2016 solo se realizaban seis festivales gastronómicos: el de la corvina, el cebiche, el queso,el chame, la natilla y los dulces.

Pero a raíz del terremoto, los moradores de las zonas rurales de Chone, Portoviejo, Pedernales, San Vicente y Sucre empezaron a preparar platos típicos de la zona para venderlos cerca de los atractivos turísticos como ríos y cascadas.

Luego, a esa iniciativa se sumaron los municipios y las prefecturas, que auspiciaron las ferias y festivales.

Según la operadora turística de Portoviejo, Carmen Zambrano, esas actividades han permitido que la zona rural reactive su economía por los visitantes. “Quienes vienen al festival de la morcilla en Calderón (Portoviejo), por ejemplo, pueden bañarse en los ríos, comprar dulces manabitas y así nos reactivamos todos”.

La directora zonal de Turismo, Elisa Mora, dijo que la idea de estos encuentros es que el turista encuentre durante todo el año actividades en Manabí y no solo durante los feriados.

Por eso ya se planificó una agenda actualizada para cada mes de este 2018. Para abril se tiene prevista la segunda edición del Festival del Guariche (cangrejo rojo) en el malecón de San Vicente. En Pedernales, en cambio, durante agosto se realizarán siete citas gastronómicas en las comunidades rurales.

Según Indira Puertas, directora municipal de Turismo, los platos típicos se basan en los productos que se dan en cada zona como el queso, la yuca, pescado, maíz, entre otros.

En la parroquia Atahualpa, unas 300 personas se dedican a la ganadería. Por eso, ahí se realiza el festival del Queso, Cuajada y Suero donde se hace un queso de más de 1 500 libras. “También hacemos concursos”, contó el ganadero Julián Zambrano.

Hasta hace tres años, a este festival asistían unas 5 000 personas de Manabí. Pero en este último festival del 2017 asistieron 10 000 turistas nacionales.

Puertas señaló que las cifras aumentaron en todos los festivales del cantón porque desde el terremoto se hicieron ferias en Guayaquil, Quito, Cuenca y otras ciudades. Eso permitió que el turista conozca a través de los emprendedores los sectores rurales manabitas.

Fernando Cedeño, de la Asociación de Emprendedores Manabitas, señaló que los festivales también han sido una vitrina para promocionar nuevos productos, elaborados con materiales agropecuarios que se dan en la provincia.

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