Las gasolineras se adjudicaron por USD 21,7 millones. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Las estaciones de servicio Ponceano y Amazonas en Quito, y Guayaquil en el Puerto Principal, dejaron de ser de propiedad de la empresa pública Petroecuador.
El 20 de enero del 2017, el directorio de Petroecuador resolvió autorizar al gerente de la empresa pública la adjudicación de las gasolineras a tres empresas privadas, según las resoluciones que constan en su página web. El valor de la operación por las tres estaciones sumó USD 21,8 millones.
La estación de servicio Amazonas fue adjudicada a la empresa Dicomtriz, por USD 10,6 millones. La forma de pago establecida fue: “USD 9,9 millones de contado mediante cheque de gerencia a la firma de la escritura de compraventa, valor que es superior al precio base, y 603 277 que Dicomtriz calcula invertir en la remediación del pasivo ambiental identificado” en la gasolinera.
De su parte, Dispetrol obtuvo la adjudicación de la estación de servicio Ponceano, por USD 4,2 millones. En este caso el 30% fue en efectivo a la adjudicación y el 70% a la suscripción de la escritura de compraventa.
La estación de servicio de Guayaquil, ubicada al sur de esa ciudad, fue adjudicada a la empresa Elot Construcciones y Servicios, por USD 7 millones, con pago en efectivo, en un plazo de hasta 90 días, contados desde la adjudicación.
La disposición inicial de salir de las estaciones de servicio se realizó el 3 de octubre del 2015, cuando el presidente Rafael Correa cuestionó durante un enlace ciudadano que la empresa tenga gasolineras, asegurando que la comercialización de combustibles la podía hacer el sector privado.
A esa fecha, la empresa pública tenía 49 estaciones de servicio propias y 212 estaciones afiliadas a la red de Petrocomercial.
El proceso se inició el 22 de julio de 2016. Esto, en cumplimiento del compromiso presidencial SIGOB 30624-23973, denominado “Plan venta de gasolineras Petroecuador”.
El 2 de agosto del 2016 se tenía previsto la apertura de sobres, pero no hubo ofertas para analizar.
El 30 de noviembre, el directorio de Petroecuador determinó que se hará un proceso de enajenación de estas gasolineras, como mecanismo de desinversión. El proceso terminó con la adjudicación de tres estaciones.