Los técnicos del Instituto Geofísico tomaron muestras para analizar qué tipo de gas se emana en un cerro de Columbe. Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
Un reflejo luminoso, similar al carbón encendido, se veía en el interior de la grieta que se abrió en un cerro de Columbe, en Chimborazo. Del mismo sitio emanaba una leve columna de vapor y gas con un olor similar al de la madera quemándose.
Según los especialistas del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, el inusual fenómeno puede deberse a la combustión de materiales orgánicos sepultados en el interior del cerro.
Sin embargo, aún se realizan los análisis técnicos y exploraciones para descartar que el gas y el fuego sean una consecuencia de otras hipótesis, como el movimiento de placas tectónicas por una falla geológica o el afloramiento de gases subterráneos.
Durante más de tres horas, los habitantes de la comunidad Miraflores, donde ocurrió el fenómeno, se sentaron a mirar cómo los técnicos de varias instituciones recorrían el sitio en busca de indicios para saber el origen de los gases. “Es que estamos asustados, tenemos miedo de que afecte a los sembradíos aledaños”, dijo María Paca, una de las moradoras.
Ella cuenta que el extraño vapor empezó a salir de la tierra hace unos 15 días. Unas horas antes los propietarios de un terreno cercano hicieron una quema controlada de maleza, un ritual previo a una nueva siembra de semillas.
Los comuneros decidieron reportar el incidente a la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) el lunes pasado, cuando en la noche observaron las incandescencias en el interior del talud. Las imágenes se hicieron virales en las redes sociales. Aunque Pablo Morillo, coordinador zonal de la entidad de Riesgos, indicó que no todas eran reales.
“Hubo muchas especulaciones sobre la emanación de gases y calor, por eso pedimos a la gente se informe únicamente desde las fuentes oficiales como la Secretaría de Gestión de Riesgos y el Instituto Geofísico”, indicó Morillo.
El origen de este extraño suceso se determinará en los próximos días, tras el análisis de las muestras de gas, suelo y agua que fueron tomadas por los técnicos del Instituto Geofísico y que se analizarán en los laboratorios de esa entidad, en Quito.
Los cuatro vulcanólogos también realizan un recorrido por la zona para estudiar la geografía del sitio y descartar otros puntos de emanación de gas. Sin embargo, de forma preliminar se conoció que podría tratarse de una turba, una especie de combustión interna y superficial, debido a la presencia de elementos orgánicos como carbón o vegetación en descomposición, que genera un gas de baja combustión.
“Aparentemente, una quema iniciada por la comunidad encendió este material en el interior de la tierra, pero sabremos con exactitud lo que ocurrió cuando tengamos los resultados del laboratorio”, informó Pedro Espín, jefe del equipo del Geofísico que realizó el estudio.
Hasta la tarde de ayer, las vías de acceso a la parroquia permanecían bloqueadas por los policías, sin embargo hoy el paso se reabrirá debido a que se determinó que no hay vidas en riesgo y que los gases no son tóxicos, por lo que tampoco afectan a los animales ni a la vegetación.
Los resultados del análisis de los expertos se publicarán en un informe detallado, la próxima semana. “De forma preliminar, el fenómeno no implica riesgo para la población; sin embargo, esperamos la información técnica y científica que nos permitirá analizar el nivel de riesgo del sector y de ser necesario preparar un plan de contingencia e información”, aseguró Morillo.
En primera instancia se cree que el fenómeno se debe a una combustión orgánica
45 kilómetros es la distancia entre Columbe y el volcán Chimborazo.