El futuro de Fundeporte, en el sur de Quito, preocupa a empleados

El complejo de Fundeporte funciona desde 1979 y ocupa una superficie de 33 hectáreas en Chillogallo, sur de Quito. Foto: Vicente costales / El Comercio

El complejo de Fundeporte funciona desde 1979 y ocupa una superficie de 33 hectáreas en Chillogallo, sur de Quito. Foto: Vicente costales / El Comercio

El complejo de Fundeporte funciona desde 1979 y ocupa una superficie de 33 hectáreas en Chillogallo, sur de Quito. Foto: Vicente costales / El Comercio

Hombres jugaban en las canchas de tenis. En las de fútbol había jóvenes que corrían detrás de un balón. Niños y adolescentes disfrutaban en los toboganes de la piscina semiolímpica de agua caliente. Gente sentada sobre el césped alimentándose con amigos.

Ese fue el ambiente que se vivió durante el fin de semana en las instalaciones del complejo de Fundeporte, ubicado en Chillogallo, en el sur. Pero mientras la gente disfrutaba, los 40 empleados de esa institución -que atienden, según la administración, a unos 500 000 usuarios al año- trabajaban muy preocupados, con incertidumbre.

La razón: la reversión del comodato, anunciada por el Concejo Metropolitano de Quito. Uno de ellos es Mauricio Tipán, de 38 años, quien da mantenimiento a los calderos de agua de la piscina.

No se explica lo que pasó en solo siete días. El 11 de octubre, en una rueda de prensa, el alcalde Mauricio Rodas ofreció que no se revertiría el comodato. El Burgomaestre y Rodrigo Paz, en representación de la fundación, se comprometieron a cumplir acuerdos. Luego, el 18 de este mes, el Concejo anunció la reversión.

“Es un dolor muy grande, de aquí llevo el pan para mis hijos, de 3 y 9 años”, dijo el hombre, quien percibe el salario básico de USD 386 al mes. Lloró junto a su esposa al enterarse sobre la decisión del Concejo.

Antes de llegar a la fundación trabajaba en una plantación . Confía en que las autoridades municipales y de la organización ratifiquen los acuerdos suscritos con Rodas. Es decir, que Fundeporte continúe hasta el 2025 con la administración y cuidado de las áreas de piscina, pista de patinaje, los sitios destinados a Liga Deportiva Universitaria, las instalaciones de la Fundación Su Cambio por el Cambio y el sector administrativo. Para Gloria Torres, directora ejecutiva de Fundeporte, una de las preocupaciones es el futuro de los 40 trabajadores, en cuyos salarios se invierten USD 23 000 cada mes.

En el acuerdo entre el Alcalde y Fundeporte se decía que las demás áreas serían devueltas al Municipio, que haría una inversión de USD 6,1 millones para potenciarlas.

Agapito Rodríguez es el jefe de seguridad desde el 2005. Antes fue futbolista de Aucas y boxeador. La mañana del sábado, él dialogó con sus compañeros sobre lo que pasa, temen perder sus empleos. “Me enteré por las noticias y es triste, no esperaba que sea de la noche a la mañana”. Mantiene a sus hijos, quienes son profesionales pero no consiguen trabajo.

Los empleados de Fundeporte piden a las autoridades municipales que no se olviden de ellos. La machaleña Patricia Flores, de 50 años, da mantenimiento y alquila las canchas de tenis desde el 2000. No sabe lo que hará si pierde el trabajo. Le preocupa que por su edad no la contraten en otros lugares.

Doris Orozco atiende a los usuarios en la piscina. Asegura que mantiene sola a sus cuatro hijos. Antes trabajaba como empleada doméstica y percibía ingresos por trabajos ocasionales. Le preocupa que Fundeporte desaparezca.

En medio de la preocupación, Torres indicó que el viernes de la semana pasada les llegó la notificación oficial sobre la reversión del comodato. Ahora se evalúa presentar esta semana estrategias legales, como una acción de protección.

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