El FUT rechaza reforma laboral; empresas piden más flexibilidad

Representantes empresariales comparecieron a la Comisión de Derechos de los Trabajadores de la Asamblea. Foto: EL COMERCIO

Representantes empresariales comparecieron a la Comisión de Derechos de los Trabajadores de la Asamblea. Foto: EL COMERCIO

Representantes empresariales comparecieron a la Comisión de Derechos de los Trabajadores de la Asamblea. Foto: EL COMERCIO

El proyecto de reforma laboral que discute la Asamblea y plantea la posibilidad de que las empresas puedan reducir, bajo ciertas condiciones, la jornada laboral de ocho hasta seis horas diarias no convence a los gremios de trabajadores. Para los empresarios, la propuesta puede ser aún más flexible.

Ayer (1 de marzo) no asistieron a la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, los representantes del Frente Unitario de Trabajadores (FUT).

El gremio fue convocado por el organismo legislativo, pero Pablo Serrano, titular de esa central, envió una carta en la que señaló que desistía de ir porque el proyecto afecta los derechos de los trabajadores, viola la Constitución, agudiza los problemas de desempleo y protege a las empresas.

En la misiva, Serrano tilda de “farsa” a la disminución de las horas de trabajo y asegura que los trabajadores van a verse obligados a aceptar la aplicación de la medida o enfrentar vistos buenos de sus patronos.

El asambleísta de Alianza País y miembro de la Comisión de Derechos de los Trabajadores, Fausto Cayambe, pidió al organismo que, en una carta similar, se le conteste a Serrano que “huyen del debate oficial porque no tienen propuestas. No tienen la valentía”.

El Parlamento Laboral Ecuatoriano (PLE) presentó una carta el lunes pasado a la presidenta de la mesa de Derechos de los Trabajadores, Marllely Vásconez, con sus propuestas sobre el tema.

Allí establecen que se podría reducir las horas de trabajo, pero no el sueldo porque se está retrocediendo en derechos.
Jaime Arciniega, presidente del PLE, explicó que el acuerdo para reducir la jornada laboral debe hacerse entre la empresa y la organización sindical, y no con los trabajadores de manera dispersa.

Ante la falta de organizaciones sindicales como hoy ocurre en algunas empresas, este gremio propone que se conforme un comité que represente a los trabajadores.

“Que sea democráticamente electo. Eso podría ser en el caso de empresas con menos de 15 personas (…) Pero, en general, lo lógico es que para que se genere este diálogo social y se busque un acuerdo debe haber organización sindical”, indicó Arciniega.

Empresas piden una norma más flexible

Para las empresas, en cambio, la propuesta aún es rígida.
Según el proyecto de ley, para que las empresas puedan reducir la jornada laboral, es necesario que la autoridad de trabajo autorice la medida tras la presentación de documentos, por parte de la empresa, que demuestren que sus ingresos han disminuido.
Otra condición es que la reducción no sea mayor a seis meses, prorrogables por una sola vez y no podrá solicitarse más de una vez en cada ejercicio económico.

Marco Carrión, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, quien compareció ayer a la comisión legislativa que trata el proyecto, planteó que la reducción debería aplicarse cada vez que las empresas tengan la necesidad de ajustar su producción.

Richard Martínez, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), quien también asistió ayer a la Comisión, planteó que una empresa pueda acogerse a la reducción de la jornada no solo cuando está en crisis. “Hay diversos motivos que pueden afectar en la productividad”.

Los legisladores no escucharon el llamado de los empresarios ante la rigidez de trabajo que creó la Ley de Justicia Laboral, en abril del año pasado, una norma que impactó en las compañías, dijo Martínez.

El ejecutivo también propuso que se amplíe los incentivos, con pago del 11,15% de la seguridad social por parte del Estado, para la contratación de jóvenes de entre 18 a 26 años y no de 18 a 24 como hoy propone el proyecto.

De igual forma, Martínez planteó que las pasantías duren dos años y no seis meses como establece la reforma propuesta o, en todo caso, hasta que la persona se titule.

Otro tema que preocupa a los empresarios es la posibilidad de que se incorpore durante el debate de la Asamblea requisitos como, por ejemplo, que se conforme un sindicato para que analice, junto a la empresa, la reducción de horas de trabajo si la firma tiene más de 30 empleados. La propuesta fue realizada por el asambleísta Cayambe el lunes pasado y es parte de las propuestas de una parte de los sindicatos.

Roberto Aspiazu
, director del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), no comparte la propuesta de creación de los sindicatos porque impactará en la aplicación de la reducción de horas. “Si no hay posibilidad de un acuerdo consideramos que debe intervenir alguna autoridad del Ministerio de Trabajo a escala de dirección. Pero, que conformen un sindicato si hay más de 30 personas será dejar la reforma en letra muerta”.

Al empresario le preocupa, además, los impactos que pueda generar en la firma el hecho de que no se logre consenso para reducir la jornada.

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