Redacción Política Segundo Guanoluisa está en medio de las sedes dedos poderes: el Judicial y el Legislativo. Lleva gorra, camiseta azul y un jean. Su pinta no es fashion, pero habla del juicio político al fiscal Washington Pesántez como si fuera legislador o periodista. Entra a ese mundo por la ventana: EL COMERCIO, El Universo, La Hora, Hoy… Los lee todos, desde las 06:30, cuando su esposa Paulina Sisa instala el puesto de venta de diarios y caramelos y él, su cajón de betunero en las calles Piedrahíta y Clemente Ponce. Está en la cuadra del Palacio, de los juzgados y de la Asamblea.
Creo que se manipuló lo de la chica (Natalia) Emme. Pero no sé. Armando AyerveAdministrador restauranteCon tanto que se ha dicho sobre este caso ya ha forjado su propia teoría. La esposa del Fiscal, Aliz Borja, debía bajarse del vehículo oficial involucrado en el accidente para ayudar a Natalia Emme, la joven atropellada, porque es doctora. Sabía que tenía poder, pero debía afrontar y no esperar a que estalle la bomba.Ahora dicen que hay más delitos y el Presidente (Rafael Correa) lo defiende.Esto pasa en la calle mientras que, a las 10:15, en la planta baja de la Asamblea, reporteros de televisión y de periódicos entrevistan, al paso, a los miembros de la Comisión de Fiscalización. No los dejan pasar hasta donde se reúne la subcomisión (primer piso), encargada de analizar este caso. La socialista Silvia Salgado, Mauro Andino (A. País) y Ramiro Terán (MPD) desfilan ante grabadoras y cámaras. Que si no hay consenso hasta hoy habrá que trabajar en el informe para archivar el pedido o iniciar el juicio hasta el martes 20; que puede haber un informe de minoría. Bla, bla. A una cuadra, Blanca Maigua de 54 años, escucha el tema Al ver que te alejas cada día. Le pone más atención a esta melodía de Sahiro que a la pregunta. ¿Fiscal? Yo no sé de esas cosas. Debo trabajar y ahora el Alcalde nos quiere sacar de aquí. Frente a ella hay unos 50 CD piratas.
Estoy enterada del proceso contra el Fiscal. Es un juego de intereses. Wilma RiveraAbogadaFrente a una pantalla, Wilma Rivera, abogada con 10 años de ejercicio, averigua cómo va el trámite de uno de sus casos en el Palacio de Justicia, en la zona.Sí estoy enterada del proceso contra el Fiscal. Es un juego de intereses. Es importante que se le juzgue de acuerdo con la ley pertinente, pero cada cual jala el agua para su molino. Y nos dejan una sensación de mal ejemplo.Golpea el taco de la bota contra las baldosas y admite que está impaciente. Cuenta que elabora la demanda y va a los juzgados. Sus clientes quieren celeridad. En la Asamblea parece que nadie desea asumir esa responsabilidad, cada uno tiene compromisos.Pero el Presidente dijo, el martes, que no hay pruebas y que el juicio es inoportuno. Con la interrogante en el aire, ella responde: Si el Fiscal hizo algo indebido este es el momento. La Ley establece una sanción. Cuando se comete un acto injusto, que violenta las normas, ese es el momento de actuar sino el delito prescribe.A las 12:30, en la Asamblea termina la reunión y la tarea empieza para Armando Ayerve, administrador de No culpes a la vaca, restaurante que está ubicado en la calle Luis Saa. Creo que se manipuló lo de la chica (Natalia) Emme. Pero no sé.
Últimos sondeosEn una encuesta de Perfiles de Opinión, del 28 y 29 de marzo, hecha a 668 personas de Quito y Guayaquil, el 71% de los encuestados dice no creerle al FIscal. El 63% dice que él no ejerce sus funciones con imparcialidad. Sobre credibilidad, la Asamblea ocupa el sexto lugar entre ocho instituciones. Para Wladimir Sierra, sociólogo, la gran población se halla distante de la política. Siente que no incide en ella, por lo que está pendiente de otros temas.