Fillon, que celebra este sábado su 63 cumpleaños inmerso en un escándalo por presuntos empleos ficticios, intenta pasar página después de haber anunciado el miércoles que podría ser imputado por la justicia en este caso. Foto: Agencia AFP
Asediado por todas partes, el candidato de la derecha a las presidenciales francesas, François Fillon, exhortó el sábado 4 de marzo de 2017 a sus partidarios a no dejarse “intimidar”, tras las dimisiones masivas de su entorno y los llamamientos crecientes a su retirada.
“Esta campaña es un combate extraño”, reconoció Fillon ante una sala a medio llenar durante un mitin cerca de París. “Os quieren intimidar. No abdiquéis, no renunciéis jamás”, urgió en una reunión en la que también recordó las grandes líneas de su programa: bajadas de impuestos y fin de la semana laboral de 35 horas.
Fillon, que celebra este sábado su 63 cumpleaños inmerso en un escándalo por presuntos empleos ficticios, intenta pasar página después de haber anunciado el miércoles que podría ser imputado por la justicia en este caso.
Ello le ha valido desde entonces la deserción de 194 colaboradores de su campaña, entre ellos su portavoz y su jefe de campaña, cuando sólo faltan siete semanas para la primera vuelta de las elecciones, el próximo 23 de abril.
“Ya no son las ratas las que abandonan el barco. Es el barco el que abandona a la rata” ilustra este sábado en un editorial el diario Libération (izquierda). Fillon es sospechoso de haber proporcionado falsos empleos remunerados a su esposa y a dos de sus hijos, cuando era parlamentario. Él admite un “error” pero asegura que todo era “legal”.
El viernes 3 de marzp, la policía registró su mansión en la Sarthe (oeste de Francia) , un día después de entrar en su domicilio de París, informó a AFP una fuente cercana al caso.
En plena hemorragia de abandonos, el entorno del veterano Alain Juppé, de 71 años, hizo saber el viernes que, en tanto que segundo clasificado en las primarias de la derecha, estaría dispuesto a reemplazar como candidato presidencial a Fillon, siempre que cuente con el apoyo “unánime” en el seno del partido Los Republicanos (LR) y que el actual aspirante se retire voluntariamente.
Pero Fillon, exprimer ministro (2007-2012), se mantiene firme y no parece dispuesto a tirar la toalla. En un video divulgado el viernes, llamó a sus partidarios a una manifestación de apoyo el domingo en el centro de París.
Dividido entre partidarios y detractores, su partido avanzó 24 horas la celebración de su comité político, que tendrá lugar el lunes por la tarde para “evaluar la situación”.
Comportamiento ‘suicida’
Fillon, socialmente conservador y ferviente católico, cuenta con el apoyo del movimiento Manif Pour Tous, que se manifestó masivamente durante varios meses contra la legalización del matrimonio homosexual en Francia, que impulsó el actual gobierno socialista.
Fiel a su línea combativa -“suicida” para la derecha, según sus adversarios– Fillon ha continuado su campaña este sábado, pero este “capitán del Titanic”, como también es llamado el denostado candidato, se enfrenta a vientos cada vez más contrarios.
Los sondeos lo ubican en el tercer lugar el 23 de abril, lejos detrás de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, y del centrista Emmanuel Macron, lo que le impediría acceder a la decisiva segunda vuelta del 7 de mayo.
El viernes, el partido de centroderecha UDI le retiró su apoyo y pidió “solemnemente” un cambio de candidato para evitar “un fracaso seguro”.
Juppé, exprimer ministro en los años 1990 y luego varias veces ministro, es considerado un político más moderado. Según un rápido sondeo divulgado el viernes, si fuera candidato, superaría ligeramente en la primera vuelta de la elección presidencial a Macron y a Le Pen.
En todo caso, la próxima fecha clave es el 17 de marzo, cuando se cumple el plazo para presentar las 500 firmas necesarias de cargos electos para poder ser candidato a la presidencia.
Esta sobresaltada ‘telenovela‘ política en la que se ha convertido la elección presidencial francesa deja un sabor amargo a muchos electores, y molesta a los demás candidatos, cuyas propuestas están enterradas por el impacto mediático del “caso Fillon”.
“No conseguimos organizar el debate en esta elección presidencial” se lamenta el candidato socialista Benoît Hamon, cuarto en los sondeos, para quien el caso Fillon “satura el debate democrático”.