El 'templo abierto' de Samanes recibe a miles de peregrinos

En el parque Samanes abrieron las puertas a los fieles. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Rostros de cansancio y, en su mayoría, de felicidad comenzaron a llenar los 33 bloques de la zona del Parque Samanes donde el papa Francisco oficiará este lunes 6 una misa campal, el primer acto litúrgico de su visita a Ecuador.
Las puertas del templo a cielo abierto se abrieron a las 17:10 de este domingo 5 de julio de 2015, tras anuncios contradictorios sobre la hora de ingreso de los feligreses, lo que en principio causó molestia, aglomeración y empujones en los puntos de ingreso.
Pero una vez adentro de los cuadrantes, la tónica fue emotiva con las caras sonrientes de los devotos reflejados en las 12 pantallas gigantes dispuestas alrededor de la zona, que espera albergar a más de un millón de fieles.
A pocos minutos del ingreso, los asistentes ya tenían armadas carpas, desplegaron sillas, plásticos y esteras sobre el suelo preparando la zona para pasar la noche.
Ante la desesperación inicial de los asistentes, el padre Andrés Ulloa pidió calma a través del sistema de altoparlantes. "Estamos delante de Dios, en un templo abierto, les pedimos conservar el orden, comportándonos como hijos de Dios", indicó el párroco, que solicitó obedecer a los voluntarios y evitar los cambios de cuadrante.
Los organizadores anunciaron un programa de oración y de música religiosa a través del moderno sistema audiovisual, con el que animadores católicos comenzaron a ensayar las "barras" a corear ante la llegada del Santo Padre. "Francisco valiente, amigo de la gente" y "Arriba corazones, que viene el papamóvil" fueron dos frases propuestas.
Gladis Gurumendi, de 52 años, acudió con familiares y amigos de El Recreo (Durán), logró ubicar su carpa de acampar en uno de los bloques frontales más cercanos al templete desde donde Su Santidad se dirigirá a la multitud. "La larga espera valió la pena, estuvimos haciendo fila desde las seis de la mañana en busca de esta bendición", indicó.
Entre los primeros cientos de feligreses en ingresar al lugar destacó la presencia de jóvenes y de delegaciones peruanas, aunque en los cuadrantes se alzaron también carteles de cantones como Pedro Carbo, Loja o Cuenca.
Un grupo de 30 jovencitas provenientes de Chiclayo, Perú, estaban al frente de unas de las puertas de ingreso. "Pertenecemos al grupo de Cruzadas de Santa María, quisimos aprovechar que estamos cerca para ver al Santo Padre, aunque llevamos viajando 19 horas", indicó sonriendo María Yánez, de 25 años.
La pareja de esposos guayaquileños de Lili Toala y (40) y Wilmer Cunalema (43) acampó junto a su pequeña Fernanda (5), también en uno de los cuadrantes más cercanos al templete. "Nos motivan el amor, el espíritu, del máximo representante de la iglesia Católica. Venimos a pedir por nuestra hija que sufre de asma y es enfermiza, esperamos la bendición del Papa", indicó Toala.
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