Comenzó el desmantelamiento de la central nuclear más antigua de Francia

Francia comenzará a cerrar su planta de energía atómica más antigua después de 43 años de operación, la primera de una serie de paradas de reactores pero apenas una señal de que el país reducirá su dependencia de la energía nuclear en el corto plazo. Foto

Francia comenzará a cerrar su planta de energía atómica más antigua después de 43 años de operación, la primera de una serie de paradas de reactores pero apenas una señal de que el país reducirá su dependencia de la energía nuclear en el corto plazo. Foto

Francia comenzará a cerrar su planta de energía atómica más antigua después de 43 años de operación, la primera de una serie de paradas de reactores pero apenas una señal de que el país reducirá su dependencia de la energía nuclear en el corto plazo. Foto: AFP

El primero de los dos reactores de la central nuclear de Fessenheim (este), la más antigua en funcionamiento en Francia, fue desconectado de la red eléctrica este sábado 22 de febrero del 2020 de madrugada.

Es el primer paso del cierre de esta central situada en la frontera alemana y cerca de Suiza.

Los empleados se oponían a parar el primer reactor y amenazaron con desobedecer y no aplicar los procedimientos que permitían desactivarlo. Pero finalmente se llevó a cabo sin problemas a las 02:00 (01:00 GMT) , anunció la compañía eléctrica EDF.

El cierre del reactor número dos está programado para el 30 de junio. Después, la evacuación del combustible usado se llevará a cabo de aquí al verano de 2023. El desmantelamiento propiamente dicho durará hasta 2040, como muy pronto.

La planta de Fessenheim, en funcionamiento desde 1977, ha motivado numerosas manifestaciones y huelgas de hambre de opositores, no sólo en Francia, sino también en Alemania y Suiza.

Los opositores insistían en que era vieja, lo que complicaría el reemplazo de algunas piezas, y en su ubicación en el gran canal de Alsacia y en una región susceptible de sufrir terremotos. Las críticas se intensificaron después de la catástrofe en la planta japonesa de Fukushima en marzo de 2011.

Otros, por el contrario, consideran absurdo privarse de una fuente energética que no emite carbono.

Doce reactores adicionales, de los 58 que hay en Francia, dejarán de funcionar antes de 2035, sin que ello suponga el cierre completo de las centrales, como en Fessenheim.

Francia cuenta con el segundo parque de reactores nucleares detrás de Estados Unidos.

Para el primer ministro, Edouard Philippe, el cierre de las instalaciones de Fessenheim constituye el “ primer paso de la estrategia energética de Francia que apunta a un reequilibrio progresivo ” entre los distintos tipos de energía, con una disminución progresiva de la nuclear (actualmente de 70%, la mayor del mundo) y un aumento de la electricidad de fuentes renovables.

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