Embarcaciones pertenecientes a diferentes escuelas de Latinoamérica arribaron a los distintos muelles de Guayaquil. Foto: API
¡Papá! ¡Papá!, gritaba un pequeño infante desde los barandales que dan vista al río Guayas en el Malecón Simón Bolívar, vociferaba intentando hacer el suficiente ruido para que su padre, uno de los tripulantes del Buque Escuela Guayas (BAE), reparara en él.
La embarcación insignia del país había finalmente anclado en los exteriores del Yatch Club Naval en el centro de Guayaquil, el buque no estaba solo le acompañaba el Cisne Branco de Brasil. La mañana de este 28 de junio del 2018, otras seis embarcaciones pertenecientes a diferentes escuelas de Latinoamérica arribaron a los distintos muelles de la ciudad, entre esos, Libertad de Argentina, Esmeralda de Chile, Gloria de Colombia, Simón Bolívar de Venezuela, Cuauhtémoc de México y el buque Unión de Perú.
Durante el trayecto en aguas del río Guayas, los navíos fueron escoltados por helicópteros y lanchas de la Marina.
Fragatas latinoamericanas arribaron a los puertos de Guayaquil por las fiestas julianas. Foto: API
Tras una travesía de 157 días, las fragatas permanecerán por cinco días en la Perla del Pacífico como parte del evento náutico Guayaquil a Toda Vela 2018. El evento localmente organizado por el Municipio y la Armada Nacional, es la fase en Ecuador de ‘Regata Velas Latinoamérica 2018’, que se realiza cada cuatro años con el recorrido de grandes veleros por América Latina y el Caribe. El programa culminará en septiembre en México, tras pasar por Colombia y Venezuela.
Cientos de familiares de los tripulantes del BAE se encontraban expectantes a lo largo del Malecón 2000, rostros emocionados de madres y niños observaban pendientes a que los marinos desembarcarán, cerca de las 10:00 esto finalmente ocurrió. En el sitio se efectuó una ceremonia de bienvenida entre tripulantes, autoridades e invitados, donde estuvo presente el gobernador del Guayas José Francisco Cevallos y Gloria Gallardo, de la empresa pública de Turismo del Municipio de Guayaquil.
Miguel Figueroa esperaba a su hijo, “es maravilloso volver a ver después de cuatro meses a la persona que amas, aunque sea por unos días. La experiencia en cierta parte es triste, pero también buena porque es una aventura para él navegar por otros países”. Su hijo, Michael Figueroa, había mantenido conversaciones con sus familiares por redes sociales, para mantenerlos al tanto del desarrollo de su viaje.
Las fragatas permanecerán por cinco días en los puertos de Guayaquil como parte del evento náutico Guayaquil a Toda Vela 2018 por las fiestas julianas. Foto: API
Para Marcia Lazo la experiencia fue un tanto más dificultosa pues afirma que no pudo comunicarse de manera constante durante el periplo con su hija, sin embargo, comprende que es parte de los rigores de la profesión, “no sabía mucho de ella durante el viaje, pero su sueño siempre ha sido ser una oficial de la armada. Para mí es un gran orgullo, porque son pocas las mujeres que ingresan finalmente, eso requiere mucho esfuerzo y dedicación”, agregó.
“Fue una experiencia diferente, sobretodo la subida por lo alto a los mástiles, nos quitó los miedos”, comenta sonriente Karen Albarracín, quien con 21 años indica que esta fue su tercera navegación en el buque, pero la primera internacional.
Frowen Zambrano conversaba con sus padres las vicisitudes de su primera travesía, “lo más emocionante fue tener que levantarnos en la madrugada hacer las maniobras de vela porque durante la noche el viento era demasiado fuerte”, asegura que durante aquellos meses fuera de casa fue difícil adaptarse, al clima frío de otros países, “extrañaba a mis papás, a la comida” comenta entre risas.
Todas las embarcaciones recibirán a la ciudadanía, desde las 10:00 hasta las 18:00, hasta el 2 de julio, luego de haber cumplido los actos protocolarios. Este programa de intercambio cultural pretende ser un festejo previo a la celebración de los 483 años de la fundación de la ciudad.
La regata comprende la participación 1 800 marinos, quienes partieron el 25 de marzo de Río de Janeiro, en Brasil. Y han recorrido los puertos de Montevideo, Buenos Aires, Ushuaia (Argentina), el Cabo de Hornos y Valparaíso, en Chile, y Callao, en Perú, antes de ingresar a Ecuador.