El precio del crudo volvió a caer, después del fracaso de la reunión en Doha, para buscar estabilizar el pecio del petróleo. Foto: EFE
El petróleo cerró ayer, 18 de abril del 2016, a la baja en Nueva York luego que países productores fracasaron el domingo en alcanzar un acuerdo en Doha (Qatar) para congelar la oferta y así reducir excedentes a escala global.
El barril tipo West Texas Intermediate (WTI) que sirve de referencia para el crudo ecuatoriano cerró en USD 39,78 al perder 0,58 respecto al viernes pasado, lo que significó una caída menor a la temida tras el fiasco de Doha.
En tanto, el precio del petróleo nacional, según cálculos de Petroecuador, se ubicó ayer en USD 31,24. Al pasado 13 de abril, el valor estimado para el crudo Oriente se ubicó en USD 33,54 por barril y para el crudo Napo en 28,93.
El Ministerio de Finanzas elaboró el presupuesto general del Estado para el 2016 con una proyección del precio de barril de crudo de USD 35.
Los grandes productores de petróleo no lograron llegar a un acuerdo el domingo pasado para congelar la producción e impulsar los precios, tras una reunión en Doha marcada por la rivalidad entre las naciones de Arabia Saudita e Irán.
“La conclusión general es que necesitamos más tiempo para hacer consultas entre nosotros, entre los países de la Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP) y los productores fuera de la OPEP”, dijo Mohammed bin Saleh al Sada, ministro de Energía de Qatar.
No se decidió una fecha para una nueva reunión, agregó. Con respecto a las consecuencias, Sada dijo que “hay muchos factores ” que influencian los precios y afirmó que los fundamentos del mercado del petróleo siguen siendo positivos. Un proyecto, suscrito en febrero por Arabia Saudita, Rusia, Qatar y Venezuela, buscaba congelar la producción de crudo con el fin de contrarrestar la oferta excesiva hasta que la demanda se reactive, el tercer trimestre de 2016.
La reunión congregó a unos 15 países, mayoritariamente miembros de la OPEP, entre ellos, Ecuador.
Irán, que no asistió a la reunión, estuvo en el centro de las discusiones ya que Teherán se opone a congelar la producción, tras pasar años fuera del mercado por las sanciones internacionales, recién levantadas tras el acuerdo sobre el programa nuclear con las grandes potencias.
El exministro de Energía, Pareja Cucalón, explicó que era muy poco probable el acuerdo en Doha para un congelamiento de la producción y mucho menos para un recorte.
Esto porque quedaron flotando varios temas sin resolver, pese al acuerdo anunciado entre Arabia Saudita y Rusia en meses pasados.
El primer cabo suelto era Irán que difícilmente acordaría congelar su producción que podría subir a unos 4,5 millones de barriles al día cuando hoy bordea los 3 millones. Esto, luego de que le fueran levantadas las sanciones de las potencias occidentales.
Otros dos cabos sueltos eran Iraq y Libia, países que mantienen conflictos bélicos internos y, por ello, no han podido alcanzar sus propias cuotas fijadas al interior de la OPEP. Por ello, difícilmente aceptarían congelar la producción a sus niveles actuales.
Pero además desde el lado de la demanda tampoco hay un impulso. China continúa con su economía desacelerada mientras que Estados Unidos y Europa cada vez desarrollan más energías alternativas que desplazan el crudo.
Para el consultor en temas del mercado petrolero, Boris Abad, hubo un claro indicio de las autoridades energéticas rusas la semana pasada al reconocer que difícilmente el acuerdo tendría éxito.
Pero en caso de que se hubiera materializado el acuerdo, el precio habría subido un par de días para nuevamente bajar debido al exceso de oferta. Según Abad, sigue latente la pelea entre Arabia Saudita e Irán por ganar mercado y ello motivará el aumento de petróleo para la venta.
“Mientras el consumo no suba o salgan del mercado unos dos millones de barriles, seguirá el precio del barril en torno a USD 40”, afirmó el experto.
Un antecedente claro de la falta de acuerdo fue la reunión de los productores latinoamericanos en Quito hace dos semanas con el objetivo de presentar una propuesta conjunta con miras a detener la baja.
Mientras Ecuador y Venezuela tenían una clara postura de congelar la producción, otros países como Colombia y México no estaban de acuerdo.
“El golpe al estómago causado por el fracaso de las negociaciones de Doha, deja al mando del mercado a los partidarios de una baja de los precios, comentó Matt Smith, de la firma ClipperData.
Los inversores esperaban que los 18 países petroleros que acudieron a Doha acordaran no aumentar los volúmenes cuya abundancia castiga a los precios desde el 2014.