El personal que trabaja en el Centro de Gestión de la Movilidad revisará las infracciones a día caído. Laborará desde las 08:00 hasta las 16:30. Foto: Vicente Costales / El Comercio.
La aplicación del sistema de fotomultas dejó en evidencia el comportamiento de los conductores, en las vías principales.
Ayer durante las primeras 10 horas de funcionamiento de estos equipos (de 06:00 a 16:00) se registraron 467 contravenciones. La mayoría -317- fue por irrespetar el semáforo y el cruce cebra. El resto -150- por invadir el carril exclusivo.
En los monitores del Centro de Gestión de Movilidad se dispone de varios ejemplos para perfilar esta realidad. A las 11:00 de ayer, en la avenida Amazonas el conductor de un bus tipo pasó por alto el rojo, luego en la av. Mariscal Sucre el transportista de un camión blanco realizaba la misma maniobra. Algo idéntico hizo un taxista en la av. América…
Las imágenes capturadas mostraban que los conductores avanzaban a pesar de que el semáforo indicaba que debían detenerse. Por esta infracción el Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece multas de USD 106,2.
El sistema registra como irrespeto al semáforo al vehículo que se queda en medía vía porque no avanzó a cruzar, al que circuló cuando la luz estaba en rojo, o si parte de la carrocería ocupa el paso cebra.
Por esto, se debe tomar precauciones. Si hay congestión se debe esperar detrás del paso cebra. El amarillo del dispositivo es señal de que se debe reducir la velocidad y no acelerar, explicó Patricio Pérez, coordinador del Centro de Gestión de la Movilidad.
Durante un recorrido por vías que cuentan con estos equipos se evidenció que hay algunos conductores precavidos. En la av. Amazonas, la gran mayoría de ellos se detenía hasta dos metros antes del cruce cebra. Miguel Montalvo, taxista, comentó que al ser vigilados por estas cámaras se debe respetar la normativa.
En el sur, en la av. Alonso de Ángulo, Carolina Ponce, otra conductora, también aguardó detrás de la señalización. “Esperemos que por temor a las multas la gente respete la Ley”.
Las cámaras instaladas de manera estratégica en las avenidas de la urbe captan estas faltas automáticamente. La información es almacenada en un sistema informático, para que luego un grupo de operarios verifique la información. En este sitio trabajan 11 personas. La contravención es revisada en tres etapas.
Durante este proceso se revisa que las imágenes de las placas del presunto vehículo infractor correspondan con los datos del sistema. Luego, otro técnico comprueba con las evidencias (ocho fotografías y un video) que se haya cometido la infracción, revisa los datos del vehículo y de la persona que consta como propietaria del carro. Se usa la información de la Agencia Metropolitana Tránsito (AMT) y la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Cuando los datos no coinciden con la información registrada por el sistema de fotomultas, las novedades, según el caso, serán remitidas a las entidades de tránsito o a la Policía Nacional para depurar la base de datos.
A partir de mañana se empezarán a entregar las primeras sanciones. El propósito de implementar el sistema de fotomultas es reducir los accidentes de tránsito y mejorar la cultura vial, mencionó Darío Tapia, director de la AMT.
Los recursos que se recauden por estas multas se destinarán para hacer mejoras en el Distrito en este ámbito. En febrero se sumarán ocho cámaras de fotomultas más para controlar el exceso de velocidad.
Fredi Paredes, docente en Transporte de la Universidad Católica, expresó que aparte del control con estos equipos tecnológicos se deben realizar campañas de educación vial, mejorar la señalización, optimizar el transporte público.
En contexto
La Agencia Metropolitana de Tránsito reforzará el control con equipos tecnológicos. Se usarán 63 fotomultas para identificar el irrespeto del semáforo, cruce cebra e invasión del carril exclusivo. Se aplicarán solo multas económicas.