Redacción Construir
La parafina se utiliza en su fabricación. Existen sólidas, líquidas, aromáticas y en todas las formas y colores imaginables. Muy pocas son las personas que al verlas no se encantan.
Es que las velas tienen un aura de misticismo, seducción y misterio demasiado conmovedores. Este es un tema con el que Mario Salvador, de Vela y Canela, se siente totalmente identificado.
La parafina es un derivado del petróleo que se puede encontrar sólida, líquida o en gel. Con este producto se elaboran las velas sólidas, que son las que se consumen hacia adentro, es decir, se forma un orificio en el centro a medida que van ardiendo.
Los moldes más utilizados son los metálicos, de plástico y de látex. La parafina ya con el colorante y la esencia se coloca en los recipientes hasta que se seque.
La mecha va según el tamaño de la vela. Para que no se caiga se le pone unos palillos hasta que esté lista. Para darles ese brillo especial se las mete en el horno.
El aroma se logra incorporando esencias que les otorgan un perfume especial: lavanda, pino, limón, manzana, rosa, jazmín…
Salvador dice que la cerilla tiene un tono con distinto significado: la amarilla atrae el éxito profesional, la roja el amor, la dorada atrae la buena fortuna o el dinero y la lila aleja las malas energías.
Los precios de las velas van desde los USD 60 centavos.